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Tan solo el escuchar el inicio de Good Times Bad Times me dejó maravillada, era un sonido que a mis cortos once años jamás creí que existiera, jamás había escuchado, era genial.

- ¡Keys! ¿Qué estás haciendo? - Dijo mi Padre mirándome desde la cocina.
- Escuchando Led Zeppelin - Sonreí.
- Baja el volumen - Hizo una seña.
Rodé mis ojos, la canción era genial y me obligaba a bajar el volumen.
- ¡Ya está! - Dije esperando a que el hablará.
- El Papá de tú amigo... -
- William? -
- Si él. Bueno, su Padre consiguió un empleo para mí, ya que en la oficina de Fresno me despidieron... -
- ¿Qué no estábamos aquí por motivos de trabajo? - Pregunté sin entender ni una sola palabra de las que salían de su boca.
- No - Dijo en un tono bajo pero suficientemente alto para que yo  escuchará.
- ¡Papá! ¿Me mentiste? -
- Keys, hija, yo lo siento, escúchame, tienes que escucharme. Fresno no era una ciudad tan linda cómo lo es Lafayette -
- Lafayette no es una ciudad, es un pueblo que nadie conoce. En Fresno estábamos bien, ¡Allá nadie se burlaba de mí! -
- ¿Quién se burla de ti? -
- Toda la escuela -
- ¿Por qué? -
- Por ella -
- ¿Ella? -
- Kimberly - Ni siquiera quería llamarla Madre, no merecía ser llamada de esa manera, no después de lo que hizo once años atrás. - Todos los chicos dicen que ella me odia y por eso me abandonó -
- Estoy seguro de que no te odia -
- ¿Cómo lo sabés? -
- Después te lo diré. Ahora, te estaba hablando del empleo - Dió un cambió al tema - Entonces, el Señor Bailey trabaja a las afueras de Lafayette, iré a trabajar con él, hasta Broussard -
- ¿Irás a otro pueblo? -
- Sí, es un buen empleo -

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- Despierta! - Dijo mi Padre.
- ¿Qué hora es? -
- Hora de ir a la escuela -

Me quejé para después levantarme y buscar ese tonto uniforme.

- Estaré abajo - Dijo mi Padre para después salir de mi habitación.

Mientras buscaba el uniforme escuché una dulce melodía, pegué mi oreja a la pared que daba a casa de los Bailey, el sonido provenía de ese lugar. Estaba tan concentrada escuchando cuando mi Padre llamo a la puerta.

- ¿Estás lista? -
- Ya voy - Alejé mi oreja de golpe recordando que tenía escuela esa mañana.

- Estoy lista - Baje las escaleras.
- Anda - Dijo mi Padre poniendo mi mochila sobre mis hombros.

Saliendo de casa nos encontramos a William, Stuart y Amy quiénes también iban a la escuela.

- ¡William! - Saludé con una sonrisa.
- ¡Niña! - Devolvió el saludo - Llevaré a mis hermanos a la escuela, podría llevarte -
- ¿Puedo ir con ellos Papá? - Hice un puchero.
- Ve, pero con cuidado - Dijo revolviendo mi cabello.
- Gracias - Sonreí para alejarme.

- ¿Y bien? - Me miró William mientras caminábamos. - ¿Escuchaste el Cassette que Jeffrey te presto? -
- Anoche escuché la primera canción, Papá me hizo bajar el volumen -
- Y ¿Qué te pareció? -
- Te lo diré. ¡Fue estupenda! - Salté de emoción.
- Sabía que te iba a encantar -
- ¿Cómo lo sabías? -
- Te conozco -
- Willi... -
- No me digas así -
- ¿Por qué no, Willi? -
- ¡No me gusta! -
- Pero a mí me gusta -
- Está bien - Rodó sus ojos molesto. - ¿Qué ibas a decir? -
- Bueno, apenas llevo seis meses viviendo aquí, es imposible que me conozcas en tan poco tiempo -
- Lo hago, te conozco -
- ¿Mi color favorito? -
- Blanco -
- Miedos? -
- Arañas, insectos, serpientes y también la mayoría de los reptiles -
- ¿Dónde nací? -
- Dallas Texas -
- ¿Cuando cumplo años? -
- Ocho de abril, exactamente igual que Jeffrey, a diferencia de que él es de 1962 y tú de 1964 -
- Si me conoces!! - Lo abracé.
- Te lo dije -

- William! - Lo llamó Stuart.
- Adiós - Dijo Amy.
- Niños - Se acercó a sus hermanos. - No vayan a hacer tonterías -
- No las haremos - Río Stuart.
Ambos niños entraron a la escuela.
- Creó que también me voy - Sonreí.
- No dejes que nadie te haga sentir mal hoy ¿quieres? -
- Lo haré. Gracias - Lo abracé y después sólo me fuí.

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- ¿Quién es? - Preguntó Reece tras escuchar el timbre.
- Will - Dijo ella tomando su chaqueta.
- ¿Will? -
- William. Volveré más tarde -
- Oye, son casi las siete -
- Lo sé Papá - Miró el reloj.
- Te quiero en casa a las nueve -
- Si Papá - Salió de casa.

- Y Jeffrey? - Preguntó acercándose a William.
- Tiene tarea, así que sólo tú yo -
- ¿Qué haremos? -
- Tengo una idea, será divertido -

Ahora sólo se alejaban más de sus hogares, hasta que llegaron a la parte más remota de Lafayette.

- ¿Qué hacemos aquí? - Preguntó ella sentándose en el césped.
- Aquí vengo cada que quiero pensar -
- Y ¿Venimos a pensar? -
- No lo sé - Se sentó a un lado de ella.
- ¿Qué tal tú día? - Habló Keys.
- Tonto - La miró - Realmente no hubo nada nuevo -
- Hoy escuché algo que me dejó maravillada -
- ¿Así? Qué cosa? -
- Fue está mañana, desperté y se escucho un sonido de piano, realmente encantador -
- ¿Supiste de dónde venía? -
- Creó que de tu casa ¿alguno de tus hermanos toca piano? -
- Ellos no, yo sí -
- ¿Fuiste tú? -
- Sí, cuando quieras puedo mostrarte como lo hago -
- Sería genial -

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- Lo vez - Señaló el cielo.
- Sí, brilla diferente a las demás -
- Es genial ¿no crees? -

- ¿Qué hacen aquí? - Dijo un hombre apuntando con una lámpara.
- ¿Le importa? - Respondió William.
- ¡Keys! -
- ¿Papá? - Reconoció al hombre.
- ¿Sabías que son las díez? -
- Lo siento, no me dí cuenta -
- A casa -

‹Sweetie›

𝙎𝙬𝙚𝙚𝙩𝙞𝙚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora