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- ¡Cállate! - Gritó - De verdad que nunca paras de hablar -
- Lo siento, pero tú fuiste quién me preguntó que tal estuvo mi fin de semana - Lo miró molesta.
- No me molesta que me cuentes de ti, sólo me molesta que hables demasiado -
- Cerraré la boca si es lo que quieres -

- Bueno, mi fin de semana no fue tan emocionante, sólo estuve tocando el piano y esperando a que Jeffrey fuera a buscarme algo que no paso -
- ¿Están molestos o algo así? -
- No tengo idea, no lo creó, Jeffr es mi mejor amigo -

- ¿Sabes? - Río - Todo el Mundo creé que eres mi hermana -
- ¿Por qué? -
- Tal vez porque siempre estamos juntos. Oye ¿Estás molesta con él tipo de la tienda de música? - Dió un cambio repentino al tema.
- ¿Con John? -
- Con qué John es su nombre -
- Si, así se llama. ¿Acaso te importa si estoy o no molesta con él? -
- La verdad me da igual -
- No te da igual -
- Me importa un grano de arena su amistad -
- No me mientas, bien se que odias a ese chico -
- Lo odio porque él me odia -
- Eres un vengativo, rencoroso -
- Eso es mentira -
- El mentiroso eres tú -
- ¿Entonces están molestos? -
- Te importa un grano de arena, así que no te lo diré - Río y huyó corriendo.

Bill corrió hasta donde ella y la atrapó con sus brazos.

- ¡Déjame! - Decía mientras aún reía.
- ¿Me dirás qué pasa contigo y John? -
- No - Río - ¿Qué habría de pasar? Yo tengo trece y él tiene dieciocho -
- Menos mal - La soltó. - Seguro ahora estuvieran saliendo -
- John no es mi tipo -
- ¿Cómo es tu tipo? -
- Aún no tengo idea -

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Bill estaba cumpliendo dieciséis años.

- Felicidades - Le dí un fuerte abrazo.
- Un abrazo más con esa fuerza y moriré -
- No seas ridículo -
- ¿Tienes idea de que edad estoy cumpliendo? -
- Dieciséis -
- Exacto, por lo que me tienes que dar dieciséis regalos -
- No tengo dieciséis regalos, pero convencí a mi abuela para que te preparará una rica comida -
- ¿De verdad? -
- Si -
- ¡Eres la mejor! -
- Lo sé, no tienes porque repetirlo -

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Era un ambiente bastante incómodo, su abuela me miraba como todo el pueblo como el "niño problema" su Padre esperaba el momento en que me fuera.

- ¿Qué edad dices que cumples? - Preguntó su Padre.
- Dieciséis - Respondí.
- Felicidades - Dijo para después retirarse de la mesa.

- Abuela ¿Podemos retirarnos? - Habló Keys para mí suerte.
- Si - Respondió su abuela sin apartar su mirada de mí.

- Me has salvado - Sonreí.
- Sabía que era un ambiente incómodo, lo era tanto para ti como para mí -
- Oye, gracias por ésto -
- ¿Por qué? -
- Bueno, se que no fue un ambiente cómodo, pero creó que tú intención fue buena -
- ¿Desde cuándo eres tan amable y tierno? -
- No estoy siendo tierno, sólo amable -
- No me tienes porque agradecer, eres mi amigo haría lo que sea -

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Estaba sentada sobre el césped del patio delantero con mi cuaderno en manos.

Escuché unos gritos provenientes de la casa de Bill, después se escuchó a alguien cerrar la puerta de manera agresiva.

- ¡William, vuelve! - Gritaba la Madre del pelirrojo.

Decidí caminar a dónde él pelirrojo.

- ¡Bill! - Dije corriendo hasta donde él.

Me miró y me dió un fuerte abrazo, no tenía idea de lo que estaba pasando pero aún así seguí su abrazo.

- Lo odio, odió a todo Mundo - Habló mientras aún me abrazaba. - No sé quién soy - Sollozó.
- Tranquilo. Puedes contarme, siéntete con esa libertad -
- ¡Mi Madre prefirió a un hombre antes que a su propio hijo! ¡Todo el tiempo supe que algo andaba mal! - Gritó mientras me soltaba.
- No entiendo -
- ¡Ese tipo no es mi Padre! ¡Nunca lo fue! ¡Llevó dieciséis años tratando de llevar una buena relación con él, tratando de obedecerlo! ¡Ahora me importa una mierda! -
- Bailey ¿no es tú Padre? -
- No - Suspiro para después sentarse sobre el pavimento - Mi verdadero Padre se separó de mi Madre cuando tenía menos de tres años, al menos así me lo contó ella, y pensar que toda mi vida me he criado con un perfecto desconocido -
- ¿Cómo lo supiste? -
- Escuché al estúpido de Stephen decirle a mi Madre que no tenía más dinero para mantenerme, que tenían que buscar a mi verdadero Padre para enviarme con él - Me miró y pude percatarme de sus ojos llorosos - Me altere y le grité, Stephen me golpeó y me dijo que cerrará la boca, que no era un asunto que me importará, eso era una decisión de ellos dos, le dije que cerrará la boca, que el no era mi Padre para decirme que hacer, entonces me dí cuenta que a mí Madre le importa más ese hombre que yo, me dijo "respeta a Stephen, puede que no sea tu Padre pero nunca te a dejado sin alimento" -
- Lo siento Bill -
- No hay nada que sentir, es bueno saber la verdad, al menos ahora me libre de ese infierno - Puso su mano en mi hombro. - William Rose, es lo único que se de él hasta ahora -
- ¿Qué piensas hacer al respecto? -
- Bueno, pienso buscar a mi Padre biológico, Lafayette no es muy grande así que podré encontrarlo con facilidad, o eso espero. No pienso volver a esa casa - Señaló la vivienda.

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Habían pasado dos meses y no tenía señales de William.

- ¿Sabés algo de él? -
- No - Me respondió Jeffrey
- ¿Dónde crees que esté? -
- Tal vez durmiendo bajo un puente, o tras la iglesia, no tengo idea -
- Jeffr, estoy preocupada por él, su Padrastro podría buscarlo para asesinarlo -
- No pasará - Me dijo volviendo a mirar su guitarra.
- Iré a buscarlo -

Me senté afuera de la puerta de mi hogar, tratando de pensar dónde podría estar él.
Sentí cómo alguien se sentaba a un lado de mi.
Abrí mis ojos y era William.

- ¿Dónde te metiste? -
- Estuve en prisión desde la semana pasada -
- Pero has estado lejos dos meses -
- Mira - Sacó un papel arrugado de su bolsillo.
- ¿Qué es? - Lo tomé en mis manos.
- Ahora oficialmente soy Rose - Sonrío.
- ¿Cómo hiciste eso? -
- Bueno, simplemente lo hice y ya -
- ¿Dónde te habías metido? - Volví a preguntar.
- Estuve durmiendo bajo un puente, en las calles, dónde podía, es por eso que apesto a mierda -

‹Sweetie›

𝙎𝙬𝙚𝙚𝙩𝙞𝙚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora