CAPÍTULO 2

1.9K 198 136
                                    

Drayton fue muy amable al invitarte el almuerzo, habías viajado desde sabe cuántas horas sin parar con miedo de que Carlos te encontrara, pero ahora te sentías a salvo, feliz y con el estómago lleno de deliciosa comida.

El hombre de complexión delgada no mintió, esa fue la mejor barbacoa que habías probado en tu vida, sin duda no sería la última vez que pasarías por ese lugar.

—Muchas gracias por tu hospitalidad, Drayton, la barbacoa estuvo excelente-

—Te lo dije, jovencita, no hay otra barbacoa en toda Texas que la supere- te sonrió.

Momentos antes cuando degustabas tu platillo, habías pensado en preguntarle a Drayton sobre moteles cerca así que antes de irte decidiste aprovechar.

—Antes de marcharme, ¿conoces un motel cerca de aquí? me gustaría descansar y quizás darme un baño, creo que mi cuerpo no soportaría otra ronda más de conducción y sin sueño creo que terminaría siendo ese mi último viaje- dijiste con un leve resoplido.

Una parte de ti había mencionado la muerte como broma, pero temías que pudiera ser en parte verdad, tus ojos picaban por el sueño y gracias a la comida que te proporcionó el señor Drayton te estaba entrando ese buen llamado "mal del puerco".

—¡Oh! Claro, sígueme, en la carnicería debo tener un folleto o dos que vinieron a repartir unas personas hace poco- seguiste a Drayton hasta la carnicería y esperaste enfrente de la vitrina donde se exponían los cortes de carne.

Te sorprendió la limpieza de este lugar, estaba bastante fresco y tu cuerpo acalorado lo agradeció.

Mientras esperabas a que el hombre regresara notaste que en la esquina de una de las vitrinas había un cartel con las siglas "se solicita empleado/a de mostrador" tu corazón latió felizmente en tu pecho, Drayton te había tratado bastante bien al apenas conocerte y no podrías desaprovechar una oportunidad como esta, en poco tiempo tendrías dinero para una pequeña casa en el pueblo más cercano y seguir trabajando para el amable hombre.

Tus pensamientos se vieron interrumpidos cuando escuchaste un fuerte estruendo proveniente de la puerta de la que Drayton había desaparecido, a la vez que unas voces de las cuales no lograbas percibir palabras algunas.

Eran dos personas, reconociste la voz de Drayton, pero la otra sonaba ajena a tu reconocimiento.

Se escuchaba... asustado.

La curiosidad inunda tus sentidos, y la voz que no conocías sonaba desesperada, temías que algo muy malo estuviera pasando.

Tus piernas se movieron por instinto y cruzaste la puerta con un movimiento apresurado.

—¿¡Está todo bien?!- 

Las dos personas te miraron con los ojos llenos de sorpresa, Drayton con el ceño fruncido y la otra persona te miró con miedo, se veía más o menos de tu edad, tal vez un par de años mayor que tú.

El joven que no reconociste se encontraba de rodillas y alrededor de él había cristales de porcelana blanca, asumiste que se le habían caído unos platos de lo que pensaste que fue su almuerzo.

—Todo está bien... sólo este gran cerdo idiota haciendo sus estupideces- 
Todo pensamiento amable que tenías sobre Drayton se había ido por la borda, ¿por qué se desquitaba así con esta persona?.

Tus ojos se desviaron del rostro de Drayton hacia las manos del joven arrodillado, sus dedos se veían levemente ensangrentados, probablemente se lastimó al querer levantar los vidrios esparcidos con notable apuro.

Pedazos de amor (Leatherface X Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora