Recordaba ese olor, el sonido de las máquinas, estaba nuevamente en el hospital. Lentamente abrí mis ojos, esa vez la soledad de la habitación me daba escalofríos, el dolor en mi pecho era insoportable. Presioné el botón de mi cama y pocos segundos después la enfermera llegó.
—¿Cómo se encuentra?
—Me duele —dije presionando mi pecho
—¿Recuerda lo que pasó?
—Hubo una explosión y luego escuché un disparo
—Le dispararon señorita —me apuntó con el bolígrafo luego de escribir algo en la ficha al pie de la cama
—¿Dónde están todos? —la miré preocupada
—Algunos salieron ilesos, otros heridos y tres personas murieron —dijo inyectando un calmante en mi suero
—¿Quiénes murieron? ¿Lo sabe? Por favor dígame —las lágrimas caían una tras otra, esperaba que no fueran mis chicos, no lo soportaría
—Tranquila, por favor, no sabemos sus nombres aún, prometo que en cuanto sepamos algo le diré pero por favor cálmese —dijo tomando mi mano— debo irme pero pasaré luego a ver cómo sigue
La enfermera se marchó dejándome con la agonía de no saber de Umar ni de Andrew, podían estar heridos o muertos, un sinfín de ideas se cruzaban en mi mente. Pronto caí dormida nuevamente, el cuerpo me pesaba al punto de no poder moverme. En mis sueños repetí la escena de la explosión una y otra vez sin poder despertar, podía sentir como sudaba y la sábana se mojaba con él.
Semanas más tarde esperaba la última revisión del doctor antes de darme el alta y volver a casa. Hacía algunos días la enfermera me había informado que Andrew estaba bien, tenía algunas heridas pero no eran graves. Ambos salíamos del hospital el mismo día por lo que estaba ansiosa por volver a verle. Las recurrentes pesadillas habían hecho de mi estancia en el hospital una de las peores de las experiencias que había tenido en un centro médico hasta el momento.
—Toc toc —dijo el joven médico entrando a la habitación— ¿Cómo está?
—Ya quiero volver a casa
—Lo sé, por eso vengo, sus exámenes salieron bien, ya puede marcharse pero tiene que volver la próxima semana para revisar la herida
—¡Muchas gracias! —estaba feliz de volver
Varias horas después por fin estaba en casa con Andrew. Caminamos lentamente por el salón hacia la cocina donde Amal nos esperaba con deliciosos platillos, me sentía feliz de verla de nuevo, la casa estaba igual que como estaba antes de ir al baile, el olor de la madera y las flores de los jarrones me daba paz.
Me alegraba tanto que no les hubiese pasado nada, estábamos bien, heridos pero vivos y eso era lo importante. Las heridas iban a sanar pero sabía que si alguien moría por mi culpa no me lo podría perdonar.
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Imperio (Trilogía Antara 2)
Teen FictionTras su recuperación, Basilisa deberá seguir luchando por su reino, nuevos enemigos amenazan con derrotar a la joven Reina de Antara, aunque en esta nueva batalla no estará sola. Poderes que crecen y reencuentros mágicos que la harán tomar difíciles...