Los chicos raros

[Presentación ¦parte 7] Soy Luis

(5: 00 am)

Era temprano y él lo sabía, pero nuestro chico no pudo volver a dormir después de las 4:40. Estaba allí, dando vueltas entre las sábanas.

Miraba atravez de la ventana la llovizna que estaba haciendo. Se levantó y dió una ducha, eso lo despertó más, eso le serviría para cuando estuviera en clases, era algo que le aburría. No le gustaba mucho el colegio que digamos.

Iba a leer un libro pero decidió cambiarse, su uniforme no le gustaba, sentía que iba para algo demasiado elegante. Mientras organizaba su mochila pudo escuchar a su hermana, la cual dormía en el cuarto de al lado. Estaba hablando con alguien, le daba curiosidad, pero respetaba la privacidad de su hermana. Eso, hasta que un "Emilio" y "besos" se pudieron escuchar en una sola oración. Esto ya le hacía sospechar

Su modo celoso estaba encendido, aunque no lo aceptará, lo era bastante, más con su hermana o amigos.

Solo se limitó a suspirar y a revisar si ya tenía todo en su mochila. El cuaderno pedido dos días anteriores, listo. Su cámara, listo. No era tanto lo que necesitaba. Bajó de su cuarto a la cocina para preparar los batidos que él y su hermana siempre tomaban. Llevándose la sorpresa de que ya estaba hechos, eso, y que su abuela estaba haciéndoles el desayuno.

-¿abuela...que haces?-, dijo acercándose a ella, el no se acostumbraba a decirle "mamá" o "mamita" como lo hacía su hermana, pero a su abuela no le molestaba.

-solo hacía el desayuno mi amor-, sus abuelos los quería mucho, desde el primer momento que llegaron a su hogar, trataron de apoyar a su hijo con la crianza de ellos.

-Abue... Yo pude hacerlo perfectamente, no tenías que preocuparte-

-nada de eso, no soy una abuela que se queda sentada sin más, yo también aporto- dijo dándole un pequeño golpecito en la cabeza de su nieto

-no digo que no lo hagas- dijo soltando un risa.

Hermana y hermano, habían terminado de desayunar y estaban listos para irse. Salieron por la puerta lateral para así despedirse de su abuelo que se encontraba en el jardín.

Mientras caminaban, Mía daba saltos en pequeños charcos de agua.

-Y bueno, ¿que te dijo tu novio el japonés?- así se estuviese equivocando, le gustaba ver a su hermana molesta.

-que... ¿Q-que dices?, ¿Are you c-crazy? (¿estas loco?) - le daba demasiada gracia que su hermana se ruborizara de tal forma por un comentario. Una carcajada se hizo notar, haciendo que su gemela se pusiera aún más roja, pero no de vergüenza si no de enojo.

-sorry, sorry, I Just joking (lo siento, lo siento, solo bromeo)- la joven apuró el paso, pero él se niveló -vamos... No te enojes-

-¿por que dijiste que era mi novio?- se detuvo y lo miró seriamente, a ella no le gustaba que bromearan con cosas así. Además, que no veía a Emilio de esa forma.

-no quise pero, te escuché hablar con él y le dijiste... ¿"besos"?-

-¡tan solo me equivoque!

-por eso te dije que lo sentía... Creo que debí hacerlo de otra forma-

La chica de bolso rosa le dio un golpe algo "suave" en la cabeza a su hermano. -¡Oye, que te pasa, eso dolió!-

-vamos... Si fue despacio-

-tus manos son pesadas... Por algo dejas inconscientes a los chicos con los que te enfrentas- la hermana lo miró de forma burlona, -no te atrevas... Debemos apurarnos-

Aun así empezó una persecución. El chico iba adelante y la joven aunque era rápida, se sorprendía que su hermano lo era aún más. cada que veían a uno de sus vecinos saludaban, estos sólo se reían y respondían el saludo. Ya sabían lo divertidos que eran los gemelos. Incluso unos pequeños niños de la cuadra alentaban a Luis para que escapara de la "princesa karateka".

-¡DÉJATE DE TONTERÍAS MIA TORRES, TU NOVIO AH DE ESTARTE ESPERANDO!- ya que igual le iba a dar un pequeña paliza, decidió, ¿por qué no molestara?.

-¡CONSIDERATE MUERTO LUIS TORRES!-