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V🎮

¦¦Sábado en la mañana¦¦

— ¿Estás yendo para Monterrey? — pregunta Joaquín al llamar a Emilio. Él se encontraba haciendo maleta pero no le daría detalles

—Yep... Ya estoy en el avión — cuenta acomodándose en el asiento —. No te miento, me siento nervioso y no sé porqué

— ¿Es la primera vez que vas?

—Nop... Es la tercera, la primera estaba que me cagaba, te lo juro

—Me imagino, pero ya verás que te vas a divertir mucho. Pásala super bien y no me extrañes tanto. Buen viaje

—Gracias Joaco, haré lo que pueda — ambos ríen y cuelgan la llamada

Finalizó con sus maletas y preparó los boletos que había comprado. Su vuelo salía por la tarde-noche, por lo que luego de ir a la agencia a arreglar unos asuntos iría corriendo al aeropuerto y tomar un avión. Claro que subiría historias random para hacer más creíble la mentira para Emilio y sus amigos. 

Mientras tanto, el rizado llegaba a la casa de su amigo Osvaldo luego de dos horas de vuelo. Tocó el timbre de su departamento. Conocía su vecindario pues las veces que se quedaba ya hasta sentía que era su propia casa.

— ¡Mano! Pásale, pedí pizza para comer mientras ¿gustas?

—Vengo hambriento wey, a este punto me puedo terminar una caja entera

—Que bueno que pedí tres... 

Se saludaron con un abrazo amistoso y se acomodaron en el comedor mientras contaban chismes y se ponían al día. 

—Ari me dijo que invitaría a un amigo al chupi  — cuenta el de lentes llevando otro pedazo de pizza a la boca

—¿No sabes a quién?

—No, mano... Sabrá Dios con quién estaremos conviviendo 

—¿Vamos a Galerías? Quiero ver si puedo comprar algo para el chupi

—Vamos pues, deja tu cosas en el cuarto

Acomodaron las maletas a un lado de la cama donde dormiría Emilio (Osvaldo tenía otra cama en su habitación para estas ocasiones en donde algún amigo se viniera a quedar con él) y después de tomarse una selfie en el espejo, salieron del departamento.  

Por el otro lado, Joaquín se encontraba viendo las historias un poco aburrido mientras esperaba a su agente para verificar las siguientes campañas por estar. Hasta que vio la historia de Emilio junto con Osvaldo y sonrió emocionado. No podía esperar más para verlo...s, verlos.