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XI🎮

—Verga... — murmura Osvaldo al escuchar toda la historia que Emilio por fin se animo a contar —. No sé que decir, mano...

—No quiero sonar culera, pero era de esperarse wey... Al final ese tipo de gente sólo busca beneficios — habla Samantha que después de un vape saca el humo, negando al sentirse mal por su amigo —. Aunque él se veía diferente 

—Yo sé que los dos lo habíamos acordado, pero... Lo que dijo él, no sé-

—No sobre pienses las cosas, amigo. Mantente tranquilo, primero está tu paz y luego lo resolverás. Descansa — se despiden de él revolviendo sus rizos 

—Llévate mi celular, no quiero escuchar nada — le pide entregándole el aparato antes de que lo dejaran solo

Ambos hacen caso y cierran la puerta. El rizado ahora se encontraba acostado en la cama. No quería seguir pensando en más cosas por lo que decidió intentar dormir hasta conseguirlo. Estaba agotado

Un día nuevo en donde los dos protagonistas se encontraban angustiados por la plática de anoche. De no ser porque Joaquín le había contado su versión de la historia,  Ari lo hubiera golpeado hasta dejarle moretones.

Claramente le contó a su primo el historial que conocía de su amigo, incluso como entre amigos suponían que Kiram había usado a Emilio como medio para conocerse, pero el rizado eso no lo sabía (más bien no lo creía cuando se lo llegaron a comentar en varias ocasiones)

—Es que te pasaste de verga, aunque comprendo que no sabías toda la historia — dice tomando una aspirina para el dolor de cabeza —. Dale un tiempo para que pueda sanarse, su amistad seguirá como si nada

— ¿Cómo estás tan segura?

—Porque esa misma pelea tuvo Juan y Roberto hace tiempo, se habían distanciado por un mal entendido — le cuenta frotando su brazo animándolo —. Tu tranquilo, sé que no tuviste la culpa. Sólo está en conocer la versión de la historia de Emilio como para que haya reaccionado de esa manera.

—Sé que Kiram le dijo algo, por algo llegó a hablar con él — asegura tomando un sorbo de agua —. La cagué por completo y lo reconozco. Ver su carita y su corazón roto a través de sus ojos, me sentí- mal, muy mal. Debimos haber hablado pero verlo con él, no sé, me calentó la cabeza y-

—Joaquín date cuenta de tus palabras, hijo — le dice la rubia mirándolo cautelosa —. Estos no son celos de un amigo y no salgas con la mamada de que 'es que quiero protegerlo' porque tu y yo sabemos que es otra cosa

—Abi, no...

—Reflexiónalo, explora tus sentimientos y luego vemos — finaliza la plática y toma su teléfono para pedir comida —. ¿Desayuno vegano?

—Por favor — suspira rindiéndose ante las palabras de su prima

Por más mensajes que le mandara, no contestaba. No lo había bloqueado aún porque su foto de perfil aún le era visible, ni estaba bloqueado de sus redes sociales (aún)