Capítulo 5: Teseo.

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Advertencia: Sangre leve.

Creador: rosycheecked.

El fantasma llega poco después. Brilla débilmente en la oscuridad, una luz azul pálido, y sus ojos son completamente negros vacíos hasta la esclerótica; lentamente sangra negro por el pulcro corte que tiene en la garganta, pero sin lugar a dudas es Tommy.

"Hola," susurra Tommy, asombrado.

"¿Esto no es poggers?" responde su fantasma.

Tommy sonríe. "Joder, sí," él dice, todavía susurrando. Parece mal gritar en presencia de su fantasma.

"No tenemos mucho tiempo," dice, y el estado de ánimo se vuelve sombrío. "Escucha atentamente, ¿de acuerdo? Solo puedes escuchar esto una vez." Tommy asiente. "Nuestro nombre es Teseo. No podemos ser ruidosos. No podemos mentir. Tenemos tiempo cuando estamos despiertos—ahí es cuando hablas con las personas, ellos tienen que escucharnos—"

"Diablos, si," dice Tommy, una alegría silenciosa.

"—y tenemos tiempo en el medio. Cuando nos despertamos pueden ser desde días hasta horas que hemos perdido. Tenemos tiempo para hablar con todos los que necesitamos no más de una vez. No necesitamos suerte: ya lo hemos hecho, así que podemos hacerlo de nuevo. ¿Entendido?"

"Entendido."

Teseo extiende su mano para estrecharla. Cuando Tommy la toma, la luz parpadea, abrasadora y brillante. Cierra los ojos con fuerza y dice con fevor, ¡Gracias, Teseo!

Volviéndose instintivamente en su camino hacia la luz, jura que puede ver su propia silueta, saludando alegremente mientras desaparece de la vista.

...

Cuando Tommy se despierta, está flotando ligeramente sobre un suelo de obsidiana. Se prepara de inmediato. No Dream, no Dream, no Dream—hay una inhalación brusca.

"¿Tommy?" dice Sam con incredulidad, y Teseo abre los ojos.

Flotando hacia Sam, dice entusiasmado, "¡Sam! ¡Hola!"

Un rayo de dolor lo atraviesa y sus rodillas se doblan brevemente. No demasiado ruidoso. Entendido.

Más suavemente, continúa, "En realidad es Teseo."

La cara de Sam cae. "Eres el fantasma de Tommy."

Teseo asiente en confirmación. "Ese soy yo, Guardián Sam." Hace una pausa para lograr un efecto dramático. "Oye, ¿recuerdas cuando me mataste?" Se sumerge en la mente de Sam brevemente—fue ayer cuando murió. Tiene dos semanas, entonces, un poco más si tiene suerte.

La expresión estoica en el rostro de Sam se desmorona, y luego se suaviza. "Lo siento, Teseo," dice. "No fue mi intención, solo quería advertirte, pero tenía que proteger al prisionero, y yo—fue un instinto. Te habría dejado ir."

"Firmé un contrato," dice Teseo con un encogimiento de hombros. "Lo cumpliste. Entiendo."

Sam no tiene derecho a parecer tan esperanzado.

"Eso no significa que acepto tu disculpa. Primero me dejaste morir, luego me mataste. No solo eso, dejaste que Ghostbur muriera. Dejaste que trajeran a Wilbur. Has jugado en las manos de Dream tantas jodidas veces, Sam, que ya no mereces el título de Guardián."

Se necesita más esfuerzo de lo que Teseo habría pensado mantenerse calmado y tranquilo a través de su ira.

El guardián en cuestión mira hacia otro lado; Teseo imagina que es difícil mirarlo a los ojos, total e imposiblemente negros como son.

"Me sentí seguro contigo, una vez," murmura Teseo. Sam mira hacia arriba de nuevo, tratando de mantener una cara seria pero luciendo como si estuviera a punto de llorar. "Tú también firmaste un contrato, ¿sabes? Diciendo que serías mi amigo. Te pagué diamantes por ello. Pero lo rompiste de todos modos, porque al final solo eres otra persona en quien confíe que me traicionó. Te dije lo que quería y no escuchaste porque tenías el arma más grande que tenía que perder."

Sam no dice nada.

"Esta no es la primera vez que sucede," dice Teseo, "pero será la última."

"Nunca quise llorarte, Tommy," dice Sam, tan silencioso que Teseo casi no puede oírlo.

No corrige el uso de su nombre por parte de Sam, a pesar de que le pica la espalda cuando lo dice en voz alta. Él no dice, Entonces no deberías haberme matado. Él no dice, no tenías que llorarme.

Su bondad será la muerte de él. Ya lo ha sido.

"Después de esto, no tendrás que hacerlo," dice con firmeza. "Voy a salvar a todos los que pueda. No te preocupes, no intentaré matar a Dream de nuevo. Él es todo tuyo."

Decir que no matará a Dream de nuevo punza en su pecho, una verdad a medias; no es suficiente mentira para lastimarlo de verdad.

Los ojos de Sam recorren el rostro de Teseo, observando su cuerpo delgado, su forma traslúcida ligeramente brillante. Sigue sangrando, y sospecha que seguirá sangrando mientras sea un fantasma.

"Gracias," dice Sam, hueco.

"Tu prisión es una jodida trampa mortal," le dice Teseo. "Y por el bien de Prime, deja de dejar entrar a Quackity para torturar a Dream, ¿quieres? Él no va a conseguir el libro y tú estás rompiendo descaradamente las reglas por las que acabas de matarme."

Sorprendido, Sam pregunta, "Cómo sabes sobre—"

"¿Realmente importa cómo lo sé, Sam?" Teseo pregunta, y él está cansado. Está tan cansado.

"Si, lo hace," dice Sam rotundamente. "Eso es una violacion de la seguridad."

"A la mierda las violaciones de seguridad," sicea Teseo. "Me mataste por una violacion de seguridad. Estoy muerto. ¿Por qué te importa jodidamente cómo sé tus sucios secretos? ¿Qué vas a hacer, cortarme el brazo incorpóreo como hiciste con el de tu novio?"

Sam retrocede. Teseo tose, doblándose. Aparentemente no puede permitirse el lujo de irritarse. Cuando se pasa el dorso de la mano por la boca, sale negro.

"Tenía que hacerse," dice Sam, monótono, su rostro nuevamente en blanco. Sus ojos, sin embargo—sus ojos están llenos de dolor. Teseo puede imaginar. Puede hacer más que sólo imaginar; siente ese mismo dolor en sus huesos, arrastrándolo hacia abajo. La historia es siempre la misma.

Teseo cierra los ojos y no llora. "No, no fue así," susurra y se apaga.

Es discordante, este primer breve regreso de la oscuridad, y entra en pánico hasta que lo recuerda: Tenemos tiempo para hablar con todos los que necesitamos no más de una vez. La conversación había terminado, entonces, o al menos no iba a ninguna parte. El bien y el mal nunca son blanco y negro, y Tommy ha pasado por ese escurridor particular en cuatro momentos dolorosos separados. Sam no puede—Sam no lo entenderá. Se niega a.

Teseo ha dicho su parte y por eso se deja llevar, deja que el tiempo se le escape como—como el agua de las plumas de un pato (Hace una pausa, entonces: no sabía eso antes. No hay manera de saber de quién es la memoria, no realmente. Es posible que nunca vuelva a ser completamente él mismo)

En esos segundos intermedios, se ríe. Si tan solo pudieran ver el egoísta ahora: una tragedia hecha a sí mismo, una vida que podría haber dado por la felicidad potencial de otros. Tratando y tratando de escapar de un final circular, de romper el ciclo que lo condena a ser Teseo.

Él es Teseo.

Pero la historia está lejos de terminar.

Kairos (Traducción) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora