Teen Kanima (TEEN WOLF)

12

—No queremos pelear, Deucalion. —repitió Scott, intentando mantener la calma.

Sin embargo, las palabras de Scott fueron ignoradas. Michael, aún dolorido por la herida del disparo, salió rápidamente de la pizzería, mirando a Deucalion con preocupación.

—Deucalion —dijo con urgencia—, Alexa está muriendo.

Deucalion apretó la mandíbula con fuerza, su rostro mostrando una mezcla de ira y preocupación. Relamió sus labios mientras sus ojos recorrían al equipo contrario, evaluando la situación.

—Maten a todos, hasta los que están escondidos. —ordenó Deucalion en voz baja pero firme, su mirada fulminante dirigida hacia donde Stilinski se encontraba. Al ver la intensidad de esa mirada, Stiles sintió un escalofrío recorrer su espalda.

Deucalion, tras esa orden, se alejó rápidamente, y su atención se centró en Alexa, su amiga íntima, a quien consideraba casi como una hermana.

Los esposos Kitsune, con su poder sobrehumano, también estaban listos para pelear. Enfrentarse a ellos significaba luchar contra cuatro alfas, lo que lo hacía una batalla casi imposible de ganar.

En ese momento, el grito de Tom resonó por el aire, y los dos Kitsune lo emitieron al unísono, llenos de energía. El sonido penetró en el aire, haciendo que las orejas de los lobos se retorcieran de dolor. Incluso Deucalion se detuvo por un momento, sintiendo el sangrado en su oído por el poder de esos gritos.

Chris, desde su posición, informó por el audífono: —Tenemos a Liam.

—Stiles, corre hacia el coche y llévate a Liam. —ordenó Tom, sin dudarlo un segundo. Stiles no perdió tiempo y siguió las instrucciones.

Aunque Stiles tenía algo de entrenamiento en karate, sabía que enfrentarse a un lobo no era lo mismo. Sin embargo, confiaba en que podría escapar con Liam y llevarlo a salvo.

Parrish y Tom se movieron rápidamente hacia la manada para brindar apoyo.

—Stiles está en el coche, que se lo lleve con Peter —ordenó Tom mientras corría, su voz llena de urgencia. —Isaac y Chris, necesitamos su ayuda.

Kira, al recibir la orden, sacó su espada con precisión, y sus ojos se tornaron de un naranja brillante. Las llamas comenzaron a rodearla, envolviendo su figura con una energía feroz. El aire se cargaba con la intensidad de su poder, como si el mismo ambiente temiera lo que estaba por suceder.

Scott y Timothée, con una determinación feroz, se transformaron en lobos alfa, sus cuerpos cubriéndose de poderosas garras que reemplazaban sus uñas. Eran imponentes, listas para la batalla.

Sin embargo, lo más impactante fue Julietta. En lugar de transformarse en un lobo, su cuerpo cambió a la forma de una Kanima. Sus ojos se tornaron rojos, y sus pupilas se tiñeron de verde, una señal clara de que su naturaleza salvaje había emergido por completo. Su agilidad y fuerza adquirieron una nueva dimensión, mucho más peligrosa.

—¿En serio piensan que nos pueden ganar? —rió Krysten con una sonrisa desafiante, confiada en la victoria.

—Pareja de absurdos. —Timothée respondió con una sonrisa arrogante, antes de lanzarse al ataque con su lobo alfa de fuerza imparable.

Kira, con su espada de fuego, corrió hacia Krysten, dispuesta a acabar con ella. Con un ágil salto, pasó por encima de Krysten, deslizándose por el aire. La Kitsune, sin embargo, reaccionó con la rapidez característica de su raza. Con un movimiento fluido, atrapó a Kira en el aire, llevándola al suelo en una lucha feroz.

Las chispas volaban entre los dos bandos mientras la batalla alcanzaba un nivel épico. Los rugidos, los golpes y las llamas llenaban el aire, mientras cada miembro de la manada luchaba por su vida y por proteger a los suyos.