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-¿Están listos? -preguntó Julietta, su voz resonando con una mezcla de determinación y determinación, simplemente. Cada miembro de la manada sentía la intensidad del momento, la presión de lo que estaba a punto de suceder.

Isaac, lleno de entusiasmo, sacó sus garras y asintió con una sonrisa. A pesar de los cambios, el vínculo que compartían seguía ahí, fuerte como siempre. Su lealtad hacia Scott era inquebrantable, y la emoción de volver a estar juntos los llenaba de energía.

A su lado, Allison Argent se ajustó el arco en su espalda, sus manos firmes sobre la ballesta que siempre la acompañaba. Aunque había adquirido habilidades sobrenaturales, para ella, su ballesta seguía siendo un símbolo de confianza, una extensión de sí misma. Era un recordatorio de sus raíces y de la familia que había luchado por proteger.

Aiden, el gemelo perdido, sonrió con un aire de confianza desmedida, sus ojos brillando con un toque de travesura. Luego, sin previo aviso, dejó escapar un rugido que resonó en el aire, haciendo que sus colmillos brillaran como dagas en la penumbra. Su actitud desafiante y su energía desbordante eran contagiosas, un recordatorio de que, a pesar de las tensiones que enfrentaban, había espacio para la camaradería y el humor entre ellos.

Timothée, el castaño de rulos desordenados, observaba desde la sombra de un muro, su expresión distante. Había un aire de inquietud que lo rodeaba, algo que su hermana, Julietta, no podía ignorar. Ella lo miraba con preocupación, sintiendo que algo más profundo lo atormentaba. Aunque él mantenía su fachada de despreocupación, su hermana sabía que en su interior había una tormenta, un peso que lo estaba afectando más de lo que mostraba.

Tom, el Banshee de la manada, era la antítesis de Timothée. Con su rostro iluminado por una sonrisa inocente, parecía listo para impresionar a todos con su energía positiva. Su apariencia cuidada y su disposición alegre eran un refugio para aquellos que lo rodeaban, ofreciendo un contraste refrescante a la seriedad del momento. A pesar de su naturaleza sobrenatural y las sombras que acechaban, Tom siempre encontraba la manera de traer un rayo de luz a sus amigos.

-Vayan con cuidado. En Beacon Hills hay muchos sobrenaturales a su alrededor; sean hábiles, como un zorro -dijo Zendaya, su voz rebosante de cautela, acompañada de una sonrisa que era a la vez adorable y un tanto cínica para aquellos que la conocían bien.

-Siempre tenemos cuidado -respondió Allison, cargando su ballesta con un movimiento decidido. Su postura era firme, pero en su interior se debatían emociones encontradas. La adrenalina bombeaba en su sistema mientras se preparaba para lo que estaba por venir.

Aunque la seguridad era su mantra, un nudo de nerviosismo se formaba en su estómago. Ver a Lydia, Scott y Stiles nuevamente era un concepto que la emocionaba y aterraba a partes iguales. Recordaba los momentos compartidos, las risas y las luchas, y la idea de reencontrarse con ellos le llenaba de una extraña mezcla de nostalgia y ansiedad. Pero lo que más la inquietaba era cómo reaccionaría Scott al verla. Sabía que su regreso podría abrir viejas heridas, pero también era una oportunidad para sanar y fortalecer lazos.

Tom, captando la tensión en su voz, se acercó y le dio un suave empujón en el hombro. -No te preocupes, Allison. Ellos estarán felices de verte. Después de todo, ¿quién podría resistirse a tu encanto?

Ella sonrió ligeramente, aunque sus ojos reflejaban la incertidumbre. La presencia de su manada, los Andreato, le brindaba consuelo, pero sabía que el verdadero desafío estaba en el reencuentro con sus antiguos amigos. Cada uno de ellos había enfrentado su propia batalla desde la última vez que se vieron, y ahora se encontraban en una encrucijada donde los lazos del pasado se entrelazaban con el presente.

Salieron de la casa que todos habitaban, la puerta chirriando levemente al cerrarse tras ellos. La pelirroja caminaba al lado de su hermano, ambos en el centro del grupo, un símbolo de unidad y fortaleza. Allison llevaba su ballesta a la espalda, un recordatorio de su determinación y su capacidad de defenderse. Su mirada se movía, alerta, analizando cada sombra y cada ruido a su alrededor.

Teen Kanima (TEEN WOLF)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora