Capítulo 29

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—¿Has hablado con Xhad? —pregunta Helena, más alto de lo normal para hacerse escuchar por encima del sonido de la música.

Me limito a negar con la cabeza al mismo tiempo que me llevo un vasito de tequila a los labios. Le doy un trago rápido en lo que el ardor se hace presente en mi garganta.

—Desde que estuve en su apartamento —empiezo diciendo— no he sabido de nada de él.

Hace casi tres semanas que ocurrió el incidente con Jordan; ese donde supe algunas cosas extrañas y tuve deducciones un tanto absurdas. Tres semanas en que Xhad no me volvió a dirigir la palabra —a pesar de toparnos de vez en cuando en la universidad— y que él confesó todavía amarme.

Obviamente aquella noche después de cenar con él y volver a mi apartamento, le conté todo a Helena. Con detalles y sin saltarme nada. Es la única que lo sabe hasta ahora y pactamos que permanecería así, después de saber que no debo confiar ni en mi sombra.

Debo admitir, también, que la brecha enorme que se abrió entre nosotras aún permanece ahí y que me hace sentir incómoda. Pero... ¿qué más puedo hacer? No tengo a nadie más a quien contarle cómo me siento o lo que ocurre en mi vida. Y Blake no es una opción.

Entonces no me queda de otra que quedarme con la única persona en la que, aunque no confíe del todo, también tengo el pequeñísimo presentimiento de que está lejos de traicionarme.

Sí, ha ocultado cosas muy importantes. Sí, también sabe más que yo respecto al tema, pero sus razones debe tener para hacerlo, ¿no?

Pero, llegados a este punto, trato de no tomarle mucha importancia al asunto. Prefiero dejarlo estar... Por ahora.

Que pase lo que tenga que pasar.

Me llevo otro shot de tequila a la boca.

Aprieto el gesto con disimulo cuando la nueva quemazón pasa por mi garganta.

Nos encontramos en otra —de las tantas— fiesta que organiza Colton. Esta, en especial, es debido a un tipo de despedida para quienes vinimos de tan lejos a estudiar y ahora iremos a nuestras casas a visitar a nuestros familiares. Recientemente se han terminado las clases y comenzaron las vacaciones, así que Colton —y unos cuantos amigos de Blake, por lo que sé— organizaron todo esto.

Tengo entendido que muchísimas personas vinieron de tan lejos para poder entrar a la universidad a la que asisto, solo porque les gustaba o porque en sus ciudades no había universidad que desarrollara lo que ellos querían estudiar. En lo personal, yo lo hice para huir de mi madre, de su ojo crítico y su manipulación. Por eso elegí estudiar periodismo —porque fue lo primero que se me ocurrió— tampoco estaba tan segura de qué hacer con mi vida, y aunque no sea una carrera que me apasione al menos trato de dar lo mejor de mí y sacar buenas notas. Aunque ahora mis calificaciones no vayan del todo bien por todo el caos que tengo que manejar.

Lo único que deseaba en ese momento —al elegir una carrera desesperadamente— era huir de Kathy. Al principio creí que lo había logrado, pero no fue así. Después de haber visto lo que hizo, hace casi un mes, viniendo hasta mi apartamento solo para dejar una invitación, ya la creo capaz de todo. Incluso la creo capaz de pagarle a personas para que me vigilen las veinticuatro horas del día.

Volviendo al tema de la fiesta de despedida, por las vacaciones, no quería venir, no tenía los ánimos. Y todo se debe a que en dos días tengo que regresar a mi lugar de origen, en donde mis padres viven. Prometí que iría para diciembre —fecha en la que estamos— cuando iniciaran mis vacaciones. Prometí que los visitaría y no puedo echarme para atrás. Además, ¿qué puedo hacer sola durante todo este tiempo? La mayoría se irán a pasar las festividades con sus familias —incluidos Blake y Helena— y no quiero ser la única que va a pasar Navidad sola. Apesar de que Kathy ni siquiera va a celebrarlo. Como siempre.

Tocando lo prohibido ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora