Confundida

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-Llamen al doctor Arias - Dice Santos a Melquiades y el enseguida va a buscarlo

-Barbarita mija - dice Eustaquia al verla desvanecer - llevala a su recámara- la vieja lleva a Asdrubal al cuarto de barbara y la coloca despacio en su cama, al ponerla la ve mejor

-Esta más hermosa de lo que recordaba - susurra viendola enbobado, Eustaquia lo escucha y sonrie - Perdón - se levanta - Eustaquia es bueno volver a verte

-¿Como es que estas vivo? - le pregunta

-Esa pregunta la responderé cuando ella despierte, así ambas escuchan - Despues de media hora llega Arias y salen de la habitación para dejar que el la revise, santos se sentó en la sala a esperar noticias - y ella no la a pasado nada bien por lo que me han dicho...

- ¿Que te han dicho?

-Cosas muy feas, chismes - Hace un gesto restandole importancia, esperan el la puerta de la habitación hasta que ven que el doctor sale - ¿Como está doctor?

-Esta bien, lo único que tuvo una baja de presión muy fuerte, tal vez tuvo una fuerte impresión

- Entiendo, pero ¿estara bien?

-Asi es, no se preocupe ella se despertará en un rato, bueno me retiro tengo otros pacientes que atender.

-Muchas gracias doctor - dice Eustaquia y el se retira - que tal si te sientas, me cuentas esas cosas que te han dicho y te traigo un jugo de tamarindo

-Sólo ella podrá decirme la verdad de las cosas - santos estaba escuchando la conversación de largo - Y Si acepto el jugo - le sonrie

-Pues si quieres yo te puedo decir lo que realmente es esa mujer y no caigas en sus encantos - dice Santos caminando a donde ellos

-¿Y usted es? - pregunta Asdrubal

-Uno de los que casi cae en ellos pero al menos me di cuenta la clase de persona que es!! Me llamo Santos Luzardo y por desgracia soy su vecino

-Me va a disculpar Santos pero de la única que quiero escuchar la verdad es de Barbara, ella no me mentira

-Por favor! - rie santos - ella es la reina de la mentira y el engaño!

- No voy a permitir que hable mal de BARBARA! Usted no sabe todo lo que esa mujer a sufrido toda su vida, así que no le permito que hable de ella de esa forma y menos en su propia casa - Asdrubal estaba enojado, no conocia a Santos pero ya lo Odiaba.

Barbara se despierta y se levanta de la cama ¿De verdad acabo de verlo? ¿Como está vivo? camina afuera de la habitación y escucha lo que dice Santos, sintió una punsada en su pecho al escucharlo decir eso pero no le iba a demostrar que le dolió pero al escuchar como Asdrubal la defendió sintió que su corazón saltó nadie en todos estos años la había defendido como él, otra vez él.

-Sal de mi hacienda Santos Luzardo! - le grita firme - No voy a soportar que vengas a hablar así! de mi! en mi propia casa - se acerca a él.

- ¿Quien es el Barbara otro de tus amantes? La verdad no me sorprende... -No termina de hablar cuando siente el impacto de la mano de Barbara en su mejía y es entonces donde se arrepintió de decirle eso

-Lárgate de mi casa - le grita - No quiero volverte a ver en mi vida, ni por mis tierras. MONDRAGÓN!! - grita barbara

-Si Doña - llega los dos al escuchar el grito de ella y también llega Florencio

-Enseñenle la puerta al doctor - señala la puerta con el fuete

-No es necesario, conozco el camino - dice mirando a los mondragon - Y el que se va de tu vida soy yo Barbara, a mi no me vas a manipular como a estos peleles - sin más Santos se va.

Barbara se voltea y ve Asdrubal, se acerca de a poco todavía no podía creer que estaba vivo, cuando está cerca lo abraza con toda la fuerza que tiene, el le responde el abrazo y ella empieza a llorar.

Todos estos años sin él y sus sentimientos volvieron a renacer como el primer dia pero eso no significa que olvide a santos de la noche a la mañana. Florencio al ver a barbara así de vulnerable se sorprende, nunca la había visto así.

-Estas vivo - dice aún abrasandolo

- si - No la quería soltar

-¿Como? ¿Donde estuviste todos estos años? - se separa de él pero aún las manos las tenía en el cuello de él.

- Que tal si nos sentamos primero - ella asiente con la cabeza y empiezan a caminar abrazados al sofá

-Barbara - va detrás Florencio

-Ahora no Florencio, después te digo que vamos hacer - No se voltea a verlo - por ahora vete a tu habitación

- Pero y el... - lo interrumpe

-¡Que te vallas a tu habitación! ¡No me oyes! - resignado Florencio se va de la sala y entra a su habitación. Barbara y Asdrubal se sientan en el sofá a una distancia media- ahora si, Cuéntame cómo es que estas vivo

-Cuando el sapo me disparó creí que moriría pero me negaba a dejarte, me levanté e intente ir detrás de ti pero me desangraba rápidamente. Me desmaye y unos indios me encontraron, me ayudaron a curarme a ellos le debo la vida, todo el tiempo que estuve ahí me enseñaron de sus costumbres, sus santos y ritos. Pero en mi mente sólo estábas tu, sabía que estabas viva, lo sentía pero desde ahí no podía hacer nada así que me fui, les agradecí todo lo que hicieron y me fui a la capital encontré un trabajo dando clases, tuve a varias personas buscandote por todos lados pero nadie daba contigo, así que decidí ser yo quien te buscará, hasta que escuche que Doña barbara Guaimaran contrato a un cantante, supe que eras tú, en ese momento empecé mi viaje a este lugar, pregunté por ti en un hotel de este pueblo y estoy Aquí - Barbara era un mar de lágrimas, nunca pensó que volvería hacer tan llorona - sabes lo años de tortura que fueron pensar en todo el daño que esos hombres te hicieron y no poder evitarlo, Perdóname Barbara, Perdóname por no irnos antes - toma sus manos

-No tengo nada que perdonarte - pone sus manos en la cara de él- ninguno sabía lo que iba a pasar - intenta limpiarse las lágrimas - sabes que siempre pensaba en ti y que podrías estar vivo pero a la vez sentía que era sólo una ilusión

- Pero aquí estoy, por ti y no voy a irme a menos que tu me lo pidas - le acaricia la cara

-Jamás te pediría que te fueras - lo abraza y el la acerca más, así se están un rato hasta que ella se calma - se que te han dicho varias cosas de mi

-Sólo he escuchado chismes, lo que sea verdad yo lo quiero escuchar de ti

- No te voy a mentir, la mayoría de esos chismes son reales- lo mira

-Cuéntame lo que quieras que sepa, oye - la toma del mentón para que lo mire - yo no estoy aquí para juzgarte yo tampoco soy monedita de oro, yo también he cometido errores y no soy Dios para condenarte, pero quiero que tengas en cuenta que no quiero que te sientas presionada para hablar, tu habla a tu tiempo y si crees que es prudente.

Doña barbara Donde viven las historias. Descúbrelo ahora