Hija

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- No soy la misma Barbarita que conociste Asdrubal - se levanta del sofá

-Y lo se perfectamente, yo tampoco soy aquel muchachito que conociste, todos cambiamos, las circunstancias hacen que nuestra actitud cambie Barbara

- Te contaré todo pero promete que no cambiaras y te iras al enterarte la clase de persona que soy

-Nunca más me volveré a alejar de ti - toma sus manos - vine por ti y no me iré sólo por saber lo que fuiste por que ese es tu pasado hermosa y puedes crear un mejor futuro - acaricia su cara y se vuelven a sentar en el sofá.

Barbara empieza a contarle toda su vida desde la violación hasta el doctor Luzardo. En el otro lugar, en el campo estába Santos en las tierras de Altamira, no sabía como sentirse, si bien por que al fin no iba a volver a ver a esa mujer o mal por saber que lo reemplazo, para colmo llega ese tal Asdrubal y habla de ella como si la conociera de toda la vida. Sólo sabía que estaba furioso.

- Ella no me pudo haberme cambiado de la noche a la mañana - dice entre dientes

- ¿Santos con quien hablas? - le pregunta Mariela al verlo hablar sólo

- No me hagas caso Mariela, déjame sólo por favor necesito pensar

-¿Pero que te pasa santitos? Sabes lo que tienes que hacer tu es distraerte que te parece si vamos al pueblo a dar un paseo - dice animada

- No Marisela ve tu, yo quiero estar sólo

- A ti no te calienta ni el sol, de seguro estas así por ella verdad - se cruza de brazos

- Barbara me cambio por otro y me dijo que no quería verme nunca más por sus tierras - dice con la cabeza baja

-Más bien deberías estar feliz Santos, ya la diabla satanasa no va andar detrás de ti

- Marisela, deja de decirle así es tu madre

-¿Y ella se acordó de mi al abandonarme? - ya Marisela estaba enojada - No santos, ella no se merece ningún tipo de respeto de mi parte - enojada se va de ahi

Barbara le conto toda la verdad a Asdrubal, sabía que a él no podría mentirle menos sabiendo como la defendió igual que hace años cuando el sapo le disparó, él no la interrumpió en ningún momento y la escucho atentamente.

-Así que tienes una hija - pone un brazo en el respaldar del sillón

-Así es - baja la mirada - No fui una buena madre

-mirame - ella lo hace - dejaste que creciera en tu vientre y la tuviste, si eso no es amor entonces ¿que es?

-¡Le apunté con un arma!

- Ambas se han hecho daño, no crees que sería bueno ¿una reconciliación?

-No creo que me perdone todo lo que le he hecho y aunque lo intente no puedo amarla

-Tu la amas - toma su mano y la besa - Sólo que es una menara rara de amar. Que tal si vamos y hablas con ella - lo mira

-¡¿Ahora?!

-¿Por que No? Es mejor tarde que nunca

-Por que no puedo decirte que no - se tapa la cara con sus manos

Doña barbara Donde viven las historias. Descúbrelo ahora