Capítulo 27

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—Señor, por favor debe hacerse la prueba de sangre. Usted y su hijo no pueden estar aquí —la joven seguía insistiendo y persiguiendo al par de hombres sin éxito.

—Todo estará bien —el hombre mayor ignoraba a Yoomi mientras consolaba a su hijo— el jefe de medicina sabrá que hacer.

—Pero padre —el chico que seguía el paso de su padre estaba angustiado— no hay solución.

—Algo se nos ocurrirá, vas a estar bien —replicó abriendo la puerta de la zona médica.

—Señor, insisto en la prueba de sangre —la chica tomó el brazo del señor— no tienen permitido estar aquí hasta que...

—¡Que me sueltes maldita sea! —renegó soltando bruscamente el agarre de la chica.

La chica se golpeó la espalda contra la puerta recién abierta, el ruido hizo que todos los trabajadores los miraran con susto haciendo el jefe del área médica interviniera de inmediato.

—¿Pero qué ocurre aquí? —cuestionó frunciendo el ceño y acercándose a Yoomi— ¿Es que no respeta a las mujeres, señor?

—Mujeres mis cojones, hay una emergencia —soltó arrastrando a su hijo de la mano— haga algo, se lo ordeno.

El señor bajó rápidamente el cuello de la camisa de su hijo dejando ver una mordida de la que brotaba sangre.

Todos se quedaron pasmados al notarlo, el jefe de medicina colocó a Yoomi detrás de él y se acercó lentamente al joven herido.

—No hay nada que pueda hacer, cuando hay mordida hay infección —aclaró mirando al jefe del lugar— usted lo sabe muy bien.

—¡Algo harás! —el hombre levantó la voz y tomó con fuerza el cuello del jefe de medicina— Carajo, él es mi hijo.

Los hombres seguían discutiendo, Yoomi miraba aterrada al chico con la mordida. La nariz del joven empezó a sangrar.

El chico se quejó del dolor y dio unos cuantos pasos antes de caer al suelo. Todos los presentes ya habían detenido sus labores antes la situación.

El padre se arrodilló mientras suplicaba por la vida de su hijo. El menor se levantó de inmediato, pero ya no era él, ya no era humano.

Se lanzó contra su padre a quien le arrancó la piel de la mejilla de una sola mordida.

—Todos salgan ahora —ordenó el jefe de medicina levantando la voz y haciendo que todos se dirijan hacia la puerta.

Lo que no esperaban era que el padre alcanzara el máximo punto en cuestión de un par de segundos. Los dos infectados presentes comenzaron a perseguir a los trabajadores.

El jefe de medicina tomó el brazo de la joven que se encontraba detrás para alejarse, trató de llevar a todos los trabajadores que podía.

Uno, dos, tres... catorce, quince... veinticinco, veintiséis... el número de infectados subía de manera inimaginable y gran parte había logrado salir del área de medicina.

El jefe no lograba comprender lo que ocurría, sin embargo no había tiempo para pensar, debía actuar antes de que fuera tarde.

Con el pequeño grupo que lo seguía aceleró el paso hasta un botón que presionó rápidamente ocasionando alarmas en el lugar.

Los infectados enloquecieron al escuchar tal ruido, estaban por todas partes.

—Por aquí —gritó el jefe encaminándose hacia la puerta de su pequeña oficina.

Los infectados se encontraban dispersos en todo el sitio y no pasó mucho antes de que notaran al grupo que acompañaba al jefe de medicina.

Los que habían alcanzado el máximo punto dificultaron la llegada a la oficina y ocasionaron que varios trabajadores del grupo no lo lograran.

Óbito Z |En Busca De YoomiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora