T O X I C |•| Kibutsuji Muzan

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—____-san, deberíamos conversar sobre tú futuro.

Llevaba al rededor de un año ya en la finca mariposa. Como todos los días, recibía mi medicina, y charlaba con Shinobu de como me sentía, ella sabía todo lo que tenía oculto.

Estaba notando poco a poco mi cambio, ya había dejado de llorar tanto, dejé de soñar con Muzan y de tener pesadillas. Ahora interactuaba mejor con los extraños, había llegado al punto de actuar de forma evasiva y asustadiza.

Ese día justo, todo se sentía diferente. El ambiente era un poco más tenso al rededor de Shinobu, aún así no le presté importancia. Con "hablar de mi futuro" pensé que se refería a que supusiera que haría cuando estuviera totalmente tratada de "mis nervios".

—Verás —aclara su garganta. —Todos en esta finca hacen algo, en que sea una mínima cosa que ayuda de mucho, como los quehaceres, atienden a los enfermos, me ayudan a elaborar las medicinas o simplemente son cazadores de demonios —de dónde estaba sentada con su té, se levanta y va hacia un armario del sitio, estábamos en su laboratorio. —La verdad, es que me eres de mucha ayuda con los heridos u enfermos que llegan, de paso te ayuda a relacionarte con las personas y tienes más empatía y estima hacia los demás, aún así, eso no es tanto —mi semblante relajado se anula y desaparece, abro los ojos como plato lentamente. — Me encantaría, pero no puedes quedarte sin hacer nada en esta finca, son mis reglas.

Mi sangre se puso de hielo, era un estorbo solamente. Para ella era un estorbo seguramente. Al fin y al cabo eso era para todo el mundo, ¿no?

—Ah, no pienses nada malo. Creo que no me dí a entender —se ríe de mí. —Haz puesto una cara increíble —de los cajones saca una envoltura con algo dentro. —Solo digo, deberías hacer algo de provecho mientras estás en la finca, tienes muchísimo potencial —deja el paquete sobre mis manos. —Puedes ser una del Kakushi, aprender de medicina para estar en la enfermería, ó...—su voz se apaga y calla un segundo, eso pasa mientras abro el paquete, en el cual había un haori (color) con estampado de (elige)

—¿O qué? —murmuro temerosa. Miro con atención el haori, esperando lo peor.

—Podrías convertirte en una cazadora de demonios.

—¿Qué?

Da un aplauso y posa sus manos entrecerradas sobre su mejilla. —¡Serás una excelente cazadora! Tu olfato es muy necesario, podrías ayudar a los heridos, eres muy buena en eso.

—¡Pero! —trato de respirar y pensar, simplemente estoy un poco aturdida y muy confundida. — ¡No podría hacerlo!

—¿Por qué no? No tienes mala figura, y puedes relacionarte con los demás ahora. Sin duda serías de mucha ayuda.

—¡Soy muy inútil! Jamás podría lograr levantar la katana sin equivocarme. Por favor, no me hagas hacer esto, no podría —casi que me pongo a llorar, al parecer a ella le da igual verme agobiada, pues no me hace caso y casi que me arrastra a otro lugar tomándome del brazo.

—Escucha, _____-san —paramos frente a una puerta luego de un rato de caminar por la finca. Posa sus dos manos en mis hombros, haciéndome mirarla fijamente. —Necesitamos la ayuda de gente tan talentosa como tú —suspiró con pesadez, como si le doliera lo que me estuviera por contar. —Has sufrido tanto por ese monstruo, tu vida fue destruida por ese ser sin humanidad. Y no solo tú has sufrido, sinó mucha gente más ha sufrido gracias a ese demonio. Y si sigue en pie, hará a mucha gente más sufrir.

Bajo la mirada con pensamientos, no quería hacerlo, pero algo en mi decía que le dijera que sí. Quizá las palabras de Shinobu estaban haciendo efecto en mí.

—Está bien, Shinobu-san. Lo intentaré, pero no prometo que tenga buenos resultados en mí.

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—____-san, necesitas respirar de nuevo, recuerda la respiración —la pilar de insecto me entrenaba como siempre, cuando no tenía misiones.

—¡Lo intento, lo intento! —frustrada, dejo caer la espada de madera al suelo, no sentía los brazos.

Llevaba ya un tiempo, no se cuanto, perdí la cuenta la verdad. Ahora solo el entrenamiento físico tenía una visión total en mí.

Casi que había recuperado mis fuerzas y mis ganas de seguir viviendo, mi desnutrición había desaparecido, y ya no se me notaban las costillas; al contrario de eso, miraba como se estaba empezando a marcar el abdomen por los ejercicios diarios.

Shinobu me había convencido de convertirme en cazadora de demonios. La verdad, si lo pienso, tal vez la pilar abusó de mí situación para convencerme. En serio era muy duro, los únicos moretes que tenía es por caerme gracias a los "encuentros" pequeños con Kanao, ella me ayuda a que aprenda nuevas técnicas de lucha.

—¡Vamos! Tienes que seguir, has progresado mucho. Blandir el palo unas 100 veces más debe ser suficiente —mirando a Shinobu, mi respiración agitada para de pronto, sigo blandiendo el instrumento de madera sobre mi cabeza otras 100 veces.

Sin duda, no puedo echarme para atrás, siento que algo duro se vendrá, y debo estar lista para afrontarlo.

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Olah.

Hay algo que creo que nunca dejé explicar bien, y como ya es tarde para comentarlo, les diré brevemente.

Muzan sí maltrataba y abusaba de la Rayis, pero como ella solo conocía eso en su vida, pues nunca lo vió como algo realmente malo. Espero poder implementarlo, se me olvida mi propia trama KAKSKDKD.

Ah sí, la "terapia" que recibía Rayis solo era manipulación de Shinobu para que ella accediera a lo que quisiera.

Espero agregarlo a la historia y explicarlo mejor, pero la aclaración en caso de que se me olvide. (Recordé todo por un comentario ☝️)

Ese ☝️