Narra Circe:
Cuando comienzo a preocuparme porque Lev tarda tanto, unos golpes en la puerta me sobresaltan.
—¿Lev, eres tú?
—Sí, abre, he traído a una amiga, ella te ayudará con lo que necesites.
Me acerco a la puerta despacio, quitó el pestillo.
—Hola —una chica de cabello azul asoma su cabeza por la puerta— mi nombre es Mara.
—Hola, Mara, soy Circe —parece confiable, si Lev la trajo es confiable.
La chica entra y cierra la puerta tras de ella.
—¿Puedes arreglar esto? —digo señalando a mi rostro.
Salma cuenta con tanta variedad de productos y utensilios de maquillaje que cuesta saber para qué es cada cosa o si deben usarse todos los productos para conseguir un maquillaje perfecto.
—Sí que puedo, confía en mí.
—Chicas, las esperamos aquí —pregunta Latif al otro lado de la puerta.
—No estamos bien, pero demoraremos un poco, adelántense a la fiesta, nosotros los alcanzaremos cuando terminemos.
Mara toma una toalla desmaquillante y comienza a frotarla sobre mi rostro, luego hidrata mi piel, aplica corrector, prebase, extiende el producto, más corrector, sella el maquillaje y comienza con los polvos. Sé todo esto porque con cada paso que hace me va hablando. Después de terminar con mis ojos, labios y aplicar iluminador me miro al espejo.
—¡Wow!
—No esperaba que dijeras menos, dejaras a todos con la boca abierta, te lo aseguró, no se esperaran esto.
Sí que no se lo esperarán, en mi maquillaje predomina el negro, incluso de ese color son mis labios, esto junto a mi pálida piel resalta demasiado.
El vestido también es elegido por Mara.
Corto, holgado y básico.
Combinado con unos tacones de aguja demasiado alto, ambas por ambas prendas negras
—¿Cómo me veo?
—Estás perfecta, vamos, es hora de mostrar al mundo a la compañera de sangre del rey.
Sus palabras me dan seguridad, la misma que se desvanece cuando comienzo a caminar hacia la puerta y un pie se me tuerce.
—¡Auch! —Chillo.
—¿No sabes caminar en tacones? Que ilusa soy, claro que no —la chica mira al cielo en busca de ideas— supongo que hoy es un buen momento para aprender.
Camino hacia el armario, luego hacia la puerta de salida del dormitorio, luego hasta el baño y así el mismo recorrido hasta que logro terminarlo sin torcerme el pie.
—¿Qué tal? —pregunto con una sonrisa despues de haber dado almenos 10 vueltas por la habitaciòn.
—No es perfecto, pero funcionará, ahora evita caminar largos tramos y si tienes que hacerlo, recuerda, primero punta y luego talón.
—Lo recordaré —afirmo.
—Eso espero, por tu bien —me mira a los ojos mientras habla, sé que lo dice para protegerme— vamos, Lev te espera.
Por fin salgo de la habitación de Salma y llego al salón principal. Mara me sostiene del brazo todo el camino no me vaya a accidental.
Todos me observan, exactamente igual al día de la ceremonia del príncipe cuando aparecí en medió de la sala, lo que en esta ocasión hay más personas, muchísimas más personas.
Salma deja ir mi brazo, continuó mi entrada sola.
Los dedos de mis manos comienzan a sudar, mi corazón golpea con fuerza en mi pecho, mis pies tiemblan, caeré de estos zapatos y seré el asmereír de toda la sala.
Intento controlar la respiración. Pienso en Chalice, mamá. Ella siempre decía que cuando estuviera nerviosas debía controlar mi respiración, que eso me ayudaría.
Sigo su consejo después de tantos años —Recuerda siempre quien eres, recuerda que eres fuerte— repito las palabras que siempre solía decirme cuando me encontraba llorando por haber discutido con alguno de mis hermanos.
Mis pasos se vuelven más firmes, mantengo la espalda recta, aparentando seguridad.
De entre las personas aparece Lev, viste un traje negro, me sonríe y me ofrece su brazo.
—Estás hermosa —sus palabras van directo a mi pecho, y los latidos que pensaba tener controlados comienzan a acelerarse nuevamente.
Caminamos junto hasta donde se encuentran sus padres.
Ashira me espera con los brazos abiertos, falsa.
Junto a los reyes se encuentra Ghaliga, Salma, Adana, Aisha y una señora mayor que nunca he visto antes.
Dejamos que todos nos vean felices, mostrándoles que no tienen de que preocuparse.
—¡Eterna vida al rey inmortal! —Alguien grita y en segundos la misma frase es repetida por toda la sala.
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Reinos
خيال (فانتازيا)Huesos rotos. Polvo. Cenizas. Oscuridad. La hora del rey inmortal se aproxima. El reino bendito caerá. Celeste perderá su brillo, el azul se teñirá de negro. El fin se acerca. No estamos preparados. Las sombras se aproximan, huelen a polvo y cenizas...