Capítulo 10

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Severus estaba cabreado, el mismo sábado al amanecer recibió una carta denegando la salida de Potter, le pedía que notificara a la matriarca Longbottom que eso no era seguro. No podía creer la manera de actuar del director, sabía que era un manipulador, pero ser de esa manera tan vil contra un niño. Uno que sufrió demasiado para su edad.

Camina de regreso de la lechuceria, le había enviado una carta urgente a la señora Longbottom diciéndole que viniera de inmediato, ya ella estaba avisada por el mismo que podría a ver altercados que no le permitirían salir. Se dirige a la oficina de Minerva. Toca al llegar.

-Severus- dice al verme, parece sorprendida, se aparta dejándome entrar.

-Minerva, lamento venir sin avisar- me disculpo -pero está sucediendo una injusticia- digo con el tono duro, ella toma asiento en su escritorio prestándome total atención -La persona a cargo de Harry Potter pidió que el jefe de casa del muchacho lo llevara al callejón Diagon, no menciono a donde solo que lo acompañara- digo dejándola confundida -dicho pedido se negó alegado que es peligroso- digo enarcando mi ceja.

-yo no negué ni vi ningún pedido- dice haciendo que eleve las dos cejas -Albus- dice negando - ¿que deseas que haga? - pregunta con el ceño fruncido, en el mundo mágico son pocas cosas las que se le niega al encargado de un niño mágico, si ellos piden que salgan del colegio no pueden negarse, aun si no se sabe la razón. Lo que Albus hace está mal en más de un sentido.

-puedes conectar tu chimenea con la de los Longbottom, ella me notifico que talvez abría problema y que vendría a sacar al chico ella misma- digo cambiando un poco los hechos, ella se mira sorprendida.

- ¿Longbottom? - pregunta dirigiendo su varita a la chimenea, menciona algo en voz baja. - ¿qué tiene que ver los Longbottom con Harry Potter? - pregunta consternada, eso me deja en claro que ella no tiene idea de lo que sucedió con el chico. Otro aliado para el muchacho.

Le cuanto a grandes rasgos lo que el chico me conto, de cómo la pasaba con sus parientes, con Petunia, debo agregar mi desagrado por la mujer, le Conte como la señora Longbottom y Narsisa ayudaron y guiaron al chico en el mundo mágico y como eso unió a los herederos de ambas. Minerva estaba conmovida por eso, furiosa por la manera de actuar de Albus y más cuando le conto como mando a llamar a Potter en la noche de bienvenida y como lo hizo enfurecer por sus palabras sin sentido. Para cuando termino las llamas de la chimenea se enverdecieron dejando ver a una elegante señora Longbottom. Dura y fría como siempre.

-Minerva. Severus- saluda dando un duro asentimiento, Minerva se pone de pie.

-Augusta, Severus me acaba de poner al tanto de la situación- dice con voz inestable -estoy tan indignada, no puedo creer la manera actuar de Albus- dice sacudiendo la cabeza -la acompañare a enfrentarlo por si tengo que intervenir como subdirectora- dice elevando la barbilla. Escondo una sonrisa, si, una aliada nueva. Y eso que son apenas las ocho de la mañana.

Se dirigen a paso rápido al despacho del director. En silencio la mayor parte antes de que Augusta pregunte por sus chicos y Draco. Le contamos como se están desenvolviendo, me quejo del junte desastroso que son y como su nieto golpeo a Harry ese primer día para responder él. Augusta sonríe con orgullo divertida. Al llegar todos se enserian. Minerva dice la contraseña para que la gárgola los deje pasar.

-Oh Minerva querida- dice al verla antes de parecer sorprendido al ver quienes la siguen -Severus muchacho- dice podría jurar un tono de regaño -Augusta, querida que sorpresa- dice con ese tono afable.

-Albus- dice Augusta con voz dura -no comprendo su sorpresa si le soy sincera- dice con fría -envié una carta para sacar a mi muchacho y fue denegada- dice con la voz tan letal que hasta Severus mismo se sorprende, esta mujer compite muy bien con el señor tenebroso.

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