Capitulo 6

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Jungkook  se  quedó  junto  a  la  ventana,  observando  la ciudad,  el  rayo de  luz  plateada  que  diseccionaba  el  cielo  y  se  adentraba  en  su  habitación.
  Las luces  de  la  ciudad  brillaban  sobre los edificios,  Se  giró  hacia  la  cama  y  miró  al omega  que estaba  tumbado  en  ella, profundamente  dormido.

Había  caído  en  su  cama  con  tanta  facilidad  como  en su  trampa,  tal  y  como  él  había  previsto,  pero  había  resultado  ser  mucho  más de lo que había esperado.

Volvió  a  desear  que  Park Jung-su  estuviese  vivo  para  presenciar  aquel momento,  para  que  pudiese  ver  a  su  precioso  hijo  desnudao y  satisfecho,  en  la cama  de  su  enemigo,  del  hijo  del  hombre  al  que  tan  profundamente  había engañado.

Verlo allí lo habría vuelto a matar. Entonces  se  dijo  que,  si  Jung-Su hubiese  estado  vivo,  él  habría  llevado  a cabo  su  plan  original  y  Jimin  jamás  habría  estado  en  su  cama. 

Aquella venganza era mucho más dulce. Cerró  un  puño  al  pensar  en  todas  las  injusticias  que  se  habían  cometido,  y golpeó la pared con él.
–¿Jungkookie?  –lo  llamó   con  voz  ronca,  adormilada,  sorprendentemente sexy–. ¿Qué estás haciendo? ¿No puedes dormir?

–Estaba pensando –le respondió él ignorando el apelativo con el que lo llamo.

–¿En qué?

–En mañana, en lo que deberíamos hacer mañana.

Pero… ¿Tú no tienes que trabajar?

–Puede  esperar  –le  dijo  él,  haciendo  una  pausa  y  arqueando  una  ceja–. Salvo que no quieras volver a verme. ¿Vas a salir volando,  Minie? El  le  hizo  esperar,  se  mordió  el  labio  inferior,  como  si  lo  estuviera pensando.

–No si tú no quieres. Y Jungkook sonrió y se acercó a abrazarlo

–Perfecto.
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Las  velas  se  llenaron  con  la  brisa  caliente,  el  barco  surcó  las  profundas aguas  de  la  isla Jeju hasta  alejarse  de  los  cruceros  llenos  de  turistas y  Jimin  se  tumbó  en  la  cubierta  al  lado  de  Jungkook,  bajo  el  sol,  para  secarse después del baño.

Desde  allí  se  veían  las  empinadas  paredes  de  la  isla,  aparentemente infranqueables,  y  un  escarpado  camino  que  parecía  desafiar  todas  las  leyes  de la naturaleza.

–¿Qué miras? –le preguntó él, girándose para seguir su mirada. El Omega   señaló  con  la  cabeza  hacia  los  acantilados
–Lo  siento,  pero  es  que  este  lugar  nunca  deja  de  maravillarme.  Me  cuesta creer que existe . Sobre  todo,  estando  rodeados  de  un  mar  tan  brillante.

Jungkook lo  estaba observando con detenimiento.

–¿Sabes  que  te  animas  mucho  cuando  hablas  de la isla?  Todo  tu  rostro  se ilumina y hasta te brillan las motas doradas que tienes en los  ojos. El bajó la vista, avergonzado.

–Es un lugar que me apasiona. Él le levantó la barbilla para que lo mirase.

–Pero  que  eso  no  te  avergüence.  De  hecho,  tu  pasión  es  contagiosa.  Ahora tengo la sensación de querer comprar esta isla a quien sea su dueño, entonces le dio un beso.

Y  Jimin sintió  algo  en  el  pecho,  algo  insignificante  y,  al  mismo  tiempo,  muy importante no sabía cómo decirle que esta isla le pertenece a el, tampoco creía que sea algo de importancia, quería parecerle interesante sin necesidad de demostrar lo que ahora le pertenecía.

DULCE VENGANZA |KookMin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora