Jungkook hizo girar la taza en su mano mientras esperaba y se preguntaba por qué habría accedido Jimin a verlo.
Jimin entró en la cafetería, fuera llovía. Jungkook llevaba el pelo más largo de lo habitual y estaba sin afeitar, tenía mal aspecto, pero aquello no lo reconfortó.
-¿Puedo sentarme? -preguntó al llegar junto a su mesa.
-Por supuesto -respondió él-. ¿Cómo estás?
-Bien -respondió, aunque sabía que tenía ojeras y era por su culpa. Jungkook suspiró.
-Me alegro -le dijo-. ¿Quieres un café? El camarero se acercó y Jimin pidió una infusión.
Cuando el camarero llevó su infusión y otro café para Jungkook, Jimin comentó:
-Te gusta el café muy fuerte.
-Me ayuda a pensar.
-Pensar es bueno, pero no te olvides de sonreír.
-Una vez tuve un motivo por el que sonreír, pero lo estropeé. Ahora ya no tengo ninguno -admitió-. ¿Por qué has querido verme?
-Porque necesito entenderlo mejor. La última vez fue todo muy deprisa. Muy duro. No quiero recordar así nuestra última conversación. Él lo miró como si acabase de recibir un duro golpe.
-No sé si alguien podría entenderme. No tengo palabras para explicarme. Tenía tal sed de venganza... que cuando Jung-Su murió la dirigí hacia ti - admitió-. Pensé que sería fácil y rápido, pero cuanto más tiempo pasaba contigo, más quería seguir conociéndote, que no terminase. Y, cuando terminó, tuve que recordarme por qué lo estaba haciendo. Llevaba diez años esperando el momento. No tenía otra meta en mi vida.
-¿Me estás diciendo que ya te importaba antes?
- Diosa , sí, me importabas, aunque intentase negármelo a mí mismo. Y cuando me enteré de que estabas embarazado lo utilicé como excusa para acercarme a ti. De repente, ya no tenía nada más en la vida. Mi vida estaba vacía. Hasta que tú volviste. Jimin tomó aire.
-Aquella noche, en la gala, te pedí que me hicieras el amor. ¿Por qué no quisiste? Jungkook se encogió de hombros.
-Porque tenías que saber qué clase de hombre era antes de que volviese a romperte el corazón. Aunque ahora el que tiene el corazón roto soy yo. Qué ironía, ¿no? En realidad, no merezco otra cosa. Se bebió de un sorbo lo que le quedaba del café. -Gracias por haberme llamado. Me alegro de volver a verte. Te veo... bien. Jimin lo agarró del brazo al ver que se ponía en pie.
-Jungkook, espera. ¿No entiendes por qué estoy aquí?
-¿Para pedirme que deje de llamarte?
-No. Porque quería decirte algo. Él suspiró y volvió a sentarse. Su gesto era de resignación.
-He querido odiarte, Jungkook, y creo haberlo hecho durante un tiempo, pero has financiado el ala del museo.
-¿Cómo no iba a hacerlo, después de haberte traicionado?
-El caso es que no me lo esperaba.
-Te lo prometí. Y te prometí que te devolvería el dinero.
-Gracias.
-No, no me des las gracias. No lo merezco. Jamás lo mereceré.
-¿No te das cuenta de que no importa? -le dijo Jimin, tocándose el vientre-. Solo importamos nosotros. No puedo excusar lo que hiciste, pero eres el padre de este bebé y creo que has intentado cambiar. Porque me amas.
-Por supuesto que te amo, Minie.
-Y ese es mi problema, Jungkook, que a pesar de que he querido odiarte, no he podido dejar de amarte.
-¿Podríamos volver a empezar? -le preguntó-. ¿Podríamos intentarlo otra vez, pero sin secretos? Solo con amor y este bebé. ¿Piensas que podría funcionar? Jungkook se echó a llorar y asintió, no era capaz de hablar.
-Te amo, Minie -le dijo por fin-. Y te amaré siempre.
-Y yo a ti Kookie-le respondió Jimin mientras Jungkook lo abrazaba. Y se besaron mientras el viento golpeaba las persianas con fuerza, llevándose los recuerdos del pasado y dejando solo lo que más importaba. El amor.
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DULCE VENGANZA |KookMin|
RomansaSu vengativa seducción... ¡los uniría para siempre! Park Jimin un dulce Omega que tenía miedo a que alguien intentase aprovecharse de su recién heredada fortuna Pero el carismático he imponente alfa Jeon Jungkook ya era multimillonario y la a...