Capitulo 9

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Jimin  se  sentó  junto  a  Nanjoom  en  el  despacho  de  este,  repasando  el  plan de  la  expedición.  Las  motas  de  polvo  bailaban  sobre  el  pequeño  rayo  de  sol que  entraba  por  las  ventanas  del  oscuro  despacho,  iluminando  las  estanterías que  cubrían  las  paredes.  En  aquella  habitación  en  la  que  todo  era  tan  viejo. Repasaron  todo  lo  necesario  para  llevar  a  cabo  la  expedición:  buceadores, botes,  equipos  de  sonar  y  de  seguridad.  Y,  si  hubiese  podido  pagar  para garantizar que el mar estaría  en calma, Jimin habría pagado también. Namjoon levantó la vista cuando terminaron, satisfecho.

–Es maravilloso que utilices  así tu dinero, Jimin.

–A  decir  verdad,  cuando  los  abogados  me  dijeron  la  cantidad  sentí vergüenza.  Y,  además,  ¿qué  otra  cosa  podría  hacer  con  ello?  Es  demasiado para una persona y me alegra poder usarlo de manera útil. Namjoon asintió.

–¿Y no sabías que tu padre te había hecho beneficiario?

–La  última  vez  que  había  tenido  noticias  suyas  había  sido  a  través  de  una carta  de  sus  abogados  en  la  que  ponía  que  me  había  desheredado.  No  tengo  ni idea  de  cuándo  cambió  de  opinión  ni  por  qué.  Tal  vez  porque  no  tenía  a  nadie más a quien dejárselo todo –le respondió Jimin– encogiéndose de hombros.

–Tal  vez  –dijo  Nam–,  pero  también  es  posible  que  estuviese  orgulloso de ti, de cómo habías sobresalido en los estudios y en el trabajo. Jimin  se  preguntó  si  era  posible  que  su  padre  hubiese  estado  orgulloso  de  sus logros.  Se  habían  visto  pocas  veces,  normalmente  en  uno  de  los  restaurantes favoritos  de  Jung-Su.  Este  le  había  preguntado  por  sus  estudios  y  su  trabajo,  pero Jimin siempre había tenido  la impresión de que lo había hecho solo por tener algo de qué hablar con un hijo al  que casi no conocía.

–Nunca me lo dijo.

–¿Era un hombre que demostrase fácilmente sus emociones? Jimin se echó a reír.

–No,  aunque  sí  que  demostraba  su  desaprobación  cuando  estaba  enfadado, sobre  todo,  durante  mis  años  rebeldes.  En  realidad,  no  me  sorprendió  que  me desheredada. Aunque sí que me afectó.

–¿Porque tuviste que buscarte la vida?

–En  cierto  modo,  pero,  sobre  todo,  porque  perdí  a  mis  amigos.  Ya  no  era un omega popular y todos se fueron alejando poco a poco de mí. Su  teléfono  sonó  y  Jimin respondió.

Era  Jungkook,  que  ya  estaba  haciendo planes  para  la  cena  de  aquella  noche.  Cada  día  iban  a  un  restaurante  distinto, con  vistas  al  mar  o  al  puerto  y,  después,  hacían  el  amor.  Sonrió  solo  de pensar que era un hombre insaciable. Namjoon  lo  estaba  observando  cuando  volvió  a  dejar  el  teléfono,  lo miraba con curiosidad.

–¿Ocurre algo, Jiminie?

–¿Qué quieres decir?

–Te veo diferente. Más contento

–¿Cómo  no  voy  a  estar  contento,  si  estamos  a  punto  de  embarcarnos  en  la expedición de mi vida?

–Sí,  es  cierto,  pero  ¿seguro  que  no  hay  nada  más?  Estás  prestando  más atención al teléfono  de lo habitual. ¿No habrás encontrado a un  nuevo amigo? Jimin estuvo  a  punto  de  negarlo.  Era  demasiado  pronto  y  no  sabía  lo  que iba  a  ocurrir  con  Jungkook,  pero  Namjoon era  su  maestro,  su  mejor  amigo,  así que sonrió.

DULCE VENGANZA |KookMin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora