Capitulo 7

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JIMIN estaba tumbado en la enorme cama de Jungkook y no podía dormir. Imaginó que lo normal, después de haber pasado todo el día nadando y haciendo el amor, sería estar dormido profundamente.

Miró a su lado, hacia la silueta oscura del hombre que dormía a su lado, con el brazo sin fuerza alrededor de su cuello, los dedos apoyados en su hombro. Enterró la cabeza en su hombro y suspiró no sabía porque ese olor amaderado le tranquilizaba tanto a él como a su lobo.

¿Era posible que solo se hubiesen conocido el día anterior? Le resultaba increíble sentirse tan cómodo con alguien en tan poco tiempo, sobre todo, porque solía ser una persona cauta ¿Será nuestro destinado? Pregunto a su lobo, recibiendo como respuesta que este se removiera de la felicidad, como puedes saberlo solo un día lo conocemos nunca nos ha pasado esto. Pero con aquel hombre había sido diferente, había logrado romper todas sus barreras.

Jimin no recordaba la última vez que había pasado dos noches seguidas en la cama de un hombre. Y en esos momentos no se imaginaba durmiendo solo, sin aquellos fuertes brazos a su alrededor, ni despertándose solo.

Pensó que iba a echarlo de menos. Notó un cosquilleo en el pecho otra vez, tan fuerte que se le cortó la respiración haciendo que su lobo se entristeciera. ¿Qué le estaba ocurriendo? Durante años había sobrevivido, incluso prosperando, sin un alfa en su vida.

Y, sin duda, volvería a hacerlo. Y a pesar de lo que aquel le había dicho, que no había ninguna otro Omega en su vida porque solo se dedicaba a trabajar, era difícil pensar que fuese un santo.

Era demasiado guapo, demasiado encantador. Y, en la cama, demasiado hombre para pasar las noches solo. Eso hizo que Jimin se preguntase si para él aquello sería una aventura más. Si, a pesar de sus protestas, Jungkook se dedicaba a conquistar a omegas al azar y a acostarse con ellos.

La idea le produjo decepción. Aunque no tuviese derecho a sentirse decepcionado. Jungkook no tenía nada con el. Ni Jimin con él. Y, no obstante, no quería que aquello, fuese lo que fuese, se terminase todavía. Aunque fuese solo una breve aventura. Porque ¿qué otra cosa podía ser?

El pronto tendría que volver a su vida y a su trabajo en el Departamento de Antigüedades, pero, por el momento, pensó mientras notaba que se le cerraban los párpados, disfrutaría de que lo tratasen como si fuera especial. Y querido. Así era como Jungkook lo hacía sentir. Se acurrucó contra él y disfrutó de su olor, amaderado y masculino. Su cuerpo se relajó y Jimin suspiró.

Disfrutaría de aquellos días y noches mientras durasen.

Suaves y cariñosas, dulces y largas, así eran las caricias de Jungkook sobre su piel cuando Jimin despertó. Cambió de postura y se acurrucó contra él, contra su cuerpo caliente.

-¿Te he despertado?

-Ummm... sí -le respondió

-Lo siento -le dijo él en un susurro antes de darle un beso en la curva del hombro para después bajar con la boca hasta su pecho.

-No importa -respondió Jimin, poniéndose tenso al notar que Jungkook seguía bajando más. Separó las piernas y él enterró la cabeza entre sus muslos, tomando con su boca la dura erección de Jimin tomándolo completo moviendo su cabeza de arriba a abajo y el recordó lo que había pensado justo antes de quedarse dormido.

DULCE VENGANZA |KookMin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora