Capitulo 3

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LO TENÍA. Había estado seguro de que su plan iba a funcionar. Había imaginado que JiMin lo rechazaría de entrada, pero tendría que aceptar si se sentía en deuda con él.

Había sido muy sencillo y en esos momentos Jungkook se sentía dispuesto a pasar a la siguiente fase de su plan, mientras lo guiaba por las calles hacia el lugar en el que iban a cenar, desde donde se veía la mejor puesta de sol de la Seul

-Seul es mi ciudad favorita -comentó, mientras avanzaban sin prisa porque todavía faltaba un rato para la puesta de sol-. Tal vez mi lugar favorito del mundo.

-El mío también.

-¿De verdad? Ya tenemos algo en común. Eso ya es un buen comienzo, ¿no? La sonrisa de Jimin le dijo que más que impresionado por su comentario, se sentía divertido.

-Estoy seguro de que es el lugar favorito de muchísimas personas.

-Cierto -admitió él, sabiendo que todavía tenía mucho trabajo por hacer. Lo había convencido para que cenase con él, pero era evidente que todavía tenía dudas y su actitud era cauta. No obstante, se haría con el. Y, además, no le resultaría un gran esfuerzo. Lo que le había dicho en la cafetería era cierto. Cuando Jimin sonreía, su rostro se iluminaba y le brillaban, además que se hacían dos hermosas medialunas, le salían unos pequeños hoyuelos a ambos lados de la generosa boca y pasaba de ser guapo a ser cautivador.

Y luego estaba su modo de moverse. Con aquel traje negro, que consistia una camisa fina blanca con dos botones sin cerrar, ceñido a la esbelta cintura y a su espalda que a pesar de no ser muy voluminosa se notaba que la trabajaba, se movía con la gracia de un modelo, balanceando suavemente las caderas haciendo notar un buen y pomposo trasero.

No, no sería ningún esfuerzo acostarse con el. Y, antes de que se diese cuenta, estaría tan inmerso en su historia de amor que no notaría que le estaban robando su fortuna.

Y cuando fuese consciente, ya sería demasiado tarde y él se habría vengado, era un plan perfecto.

Mientras tanto el sol iba descendiendo en el cielo y parejas y grupos de turistas buscaban el mejor sitio desde el que presenciar el atardecer.

Jungkook fue hablando de temas sin importancia hasta que se detuvo delante de una verja cerrada que estaba en la zona del camino que daba a la vereda dónde se apreciaba uno gran edificio .

-Ya estamos. Marcó un número y abrió, dejándolo pasar.

El puso gesto de sorpresa al darse cuenta de que estaban en un lujoso ático que combina el lujo y tecnología con un interior acogedor y confortable .

-Pensé que íbamos a ir a un restaurante...

-Es un restaurante privado. Jimin se giró hacia él.

-Esto es una casa, un palacio -comentó confundido.

-Con las mejores vistas de Seul. Me alojo aquí.

-¿Aquí?

-Entra, te enseñaré las vistas desde la terraza. Jimin se quedó inmóvil, con la cabeza inclinada hacia un lado.

-¿Quién eres?

-Ya te lo he dicho. Me llamo Jungkook, Jeon Jungkook -le respondió él, mirando la ciudad desde la ventana-.
La puerta no se queda cerrada desde dentro, pero siempre puedo dejarla abierta, si piensas que tal vez vayas a necesitar escapar. Hizo una breve pausa. -Si no confías en mí.

DULCE VENGANZA |KookMin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora