Ventisei.

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Habían pasado dos meses más.

Dos meses bastante agitados.

Y hoy, era la primera presentación de baile de NI-KI.

El alto había teñido y ahora su cabello rubio es negro con mechas rubias para ese día, Sunoo seguía conservando el color negro en el suyo.

El mayor había comprado entradas en primera fila para poder ver a NI-KI, pero no se lo había dicho para no ponerlo más nervioso.

Cuando faltaban unos minutos para que el mayor bailara, Sunoo lo fue a ver a los camerinos. Quería darle ánimos, pero se encontró con algo que lo dejó sin palabras. En cuento NI-KI volteó a verlo, Sunoo no encontró palabras para explicar lo maravilloso que se veía el menor.

Era perfecto

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Era perfecto.

Quizás era la primera vez que Sunoo lo veía con maquillaje, tan serio.

Lo único que pudo hacer fue tomarlo y sentarlo en la mesa para maquillaje - para que quedara a su altura - y lo besó. El beso más largo de toda su vida.

—Todo va a salir bien.

—Eso espero. Tengo miedo.

—NI-KI, te amo.

El de mechas levantó la cabeza sorprendido. Era la primera vez que Sunoo le decía abiertamente que lo amaba. Sentía su rostro muy tibio, parecía un tomate. Le gustaba, le encantaba Sunoo.

—También te amo, Sunie.

Aquel día, Sunoo gastó un rollo entero de fotos de su cámara. Tenía millones de fotos de NI-KI. Pero sólo le mostraría algunas, las demás eran sólo de él.

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𖤜 NI-KI likes Sunoo | ˢᵘⁿᵏⁱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora