Trentotto.

106 10 0
                                    

NI-KI había ido temprano a una florería que quedaba cerca de su residencia.

Había comprado un ramo de margaritas para
Sunoo.

Y de paso, se había escabullido sigilosamente en una tienda de dulces para comprar gomitas de todos los colores para más tarde.

NI-KI tenía un serio problema con las gomitas, se podría decir.

Iba con sus audífonos, aún no había mucha gente en la calle por lo que él iba a su ritmo, caminando lento y moviéndose al ritmo de sus canciones cada unos cuantos pasos.

Le faltaban a penas dos cuadras para llegar a su hogar cuando escuchó un pequeño sonido
proveniente de una caja pequeña a la orilla de la calle.

Aparentemente había "algo" ahí.

La curiosidad le ganó y para su sorpresa, dentro de la caja había un pequeño gatito.

Al de mechas no le caía en la cabeza el cómo podía existir gente tan desconsiderada en el mundo.

Casi se le salen algunas lágrimas.

Tomó al minino y lo llevó con él.

Cuando entró en la casa, Sunoo se paseaba aparentemente sin pantalones y sólo con un suéter gigante que le tapaba hasta un poco más allá del muslo (que por cierto era una prenda de
NI-KI).

El menor le extendió las flores.

Y luego al pequeño animalito.

-Sun ¡Tenemos un hijo!- Exclamó con una gran sonrisa, como un niño pequeño.

A NI-KI le gustaban los gatitos.

A NI-KI le gustaban los gatitos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𖤜 NI-KI likes Sunoo | ˢᵘⁿᵏⁱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora