Finale.

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—¡Vamos, Sunoo! No estarás cansado,
¿Verdad?

Sunoo frunció el ceño y paró de correr un momento para mirar con un gesto de completo desagrado la expresión divertida de NI-KI. El menor fue directo hacía donde él estaba y lo tomó de la mano para comenzar a correr otra vez.

Era un día precioso. Estaban en plena primavera, había Sol, aunque era de esos días en que aquella estrella gigante se encontraba allí pero no proporcionaba calor alguno; por ello, NI-KI y Sunoo vestían chaquetas.

Se encontraban en un prado gigante, lleno de vida. Había verde por donde miraras y un ambiente sumamente tranquilo. Sunoo iba atrás de NI-KI, no le gustaba correr, jamás le habían gustado las actividades físicas.

El mayor estuvo a punto de dar un paso, pero
NI-KI lo detuvo.

—¡Espera, espera! ¡Hay una flor!— NI-KI hizo que Sunoo diera un paso hacía atrás y cuidó a la pequeña margarita que crecía libre ahí.

El pelinegro rodó los ojos.

—Tengo hambre, sentémonos ahí abajo.— El mayor se sentó bajo la sombra de un árbol y el otro le siguió.

NI-KI había decidido volver a su cabello rubio, lo cual no le molestó para nada a Sunoo, porque le recordaba al momento en que lo había conocido. Comieron los sándwiches que había preparado JungWoon para ellos y se quedaron allí un rato, hasta que una pequeña mariposa se posó sobre el cabello de Sunoo.

—Mira.— NI-KI a penas podía contener la risa.—
Cree que eres una flor.

—¡Eso es mentira!

La mariposa se mantuvo en el cabello de Sunoo por un largo rato donde el menor aseguraba que su esposo era la flor más bonita de todas. Por supuesto, NI-KI tomó muchas fotos de Sunoo para ponerlas en una carpeta que tenía su nombre en ella.

Pero el mayor le quitó su teléfono y se acomodó mejor.

-Sonríe, Nikie.

Sunoo se sentía orgulloso de los resultados de su improvisada fotografía.

—Sunoo...

NI-KI miraba el cielo azul, con una expresión soñadora.

—Si, mi amor.

Las mejillas del menor se colorearon de rojo, un poco por el apodo que había utilizado Sunoo y otro poco por lo que estaba a punto de decir.

—¿No has pensado que... Quizá. .. Deberíamos tener una familia?

—¿A qué te refieres— Sunoo se aventuró a preguntar, pero la sonrisa que mantenía NI-KI mientras se mordía el labio inferior juguetonamente, le hizo comprender.— Oh...

¿Quién sabe? A NI-KI y Sunoo les esperan muchas aventuras aún, sobretodo porque son una pareja joven y que aseguran, su amor será por siempre. Y aunque a simple vista se ven diferentes, ellos saben que se parecen más de lo que creen.

Esta fue la historia de aquellos que ya no creían en las almas gemelas, que habían sufrido tanto en sus vidas y ya no tenían la esperanza de que su solución tuviera un nombre y apellido.

"Cada vez que te enamores no expliques a nadie nada, deja que el amor te invada sin entrar en pormenores."
-Mario Benedetti.

𖤜 NI-KI likes Sunoo | ˢᵘⁿᵏⁱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora