Capítulo 8: Sorpresa

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En el comedor

—¡Bien! ¡He encontrado uno! —exclamó Sonoko, mirando a Genta debajo de una mesa.

—¿Cómo sabías que estaba aquí? —preguntó inconforme Genta, saliendo de debajo de la mesa.

—Sabía que sólo podías venir a esconderte en un restaurante. —comentó divertida Sonoko, antes de tomar la insignia y comunicarse con su compañerita.

Cubierta 

Haibara al escuchar que la niña rica encontró a Genta, decidió que debía volver a la normalidad.

—Creo que debería ir a buscar a los demás. —murmuró Ai separándose unos centímetros del detective.

—Claro, ¿te ayudo? —se ofreció, arreglando algunas mechas del cabello de la científica que debido al abrazo salieron de su lugar.

—No, seguramente lo tomarían como trampa. —dijo Ai con una dulce risa al darse cuenta que en vez de arreglar su cabello en realidad lo acariciaba. —¿Por siempre tocas mi cabello? 

—Porque es lindo, suave y relajante. —me explicó con una gran sonrisa de estúpido.

Shiho simplemente rió, antes de decirle a Sonoko que encontró al detective e irse a buscar a los demás solo para ver algo extraño. 

Un "hombre" leyendo el periódico, mientras lo deslizaba a los lados para ver todo el lugar, mientras vestía un traje negro grande a pesar de su pequeño cuerpo. Al acercarse asustó a Mitsuhiko.

—¡¡Ah!! Haibara-san. —dijo por el susto.

—Lo has cogido del Profesor Agasa, ¿no? Realmente destaca más. —comentó Ai con una sonrisa, volviendo a decirle a Sonoko que ya encontró a dos.

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—Ya salgo. —habló Ayumi saliendo de entre las sábanas de un carrito, de alguna señora de la limpieza. —Creí que era un buen sitio para esconderse. —dijo desanimada.

—Todavía no eres tan buena, necesitarás diez años para superarme. —habló Sonoko, queriendo jugar un poco con la pequeña niña, antes de reírse como una reina algo psicótica.

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En la Deluxe
Habitación 506

—Hola, ¿Minako-san? Soy Kusaha. —dijo al teléfono el guionista una vez que la mujer contestó.

—Si. —respondió esta.

—Bueno, después primero viene la lista de los personajes. —comentó con una extraña sonrisa. —Nanami Okasaki, 22 años, trabajo de administradora en el lujoso crucero "Jujugo".

Empezó a hablar mientras que en otro lado, el Presidente jugaba billar nervioso y ansioso viendo a cada segundo su reloj.

10:01 a.m.

—Ahora te leeré la historia. —habló de nuevo Kusaha, poniendo una grabadora narrando toda la historia, mientras él enganchaba la chaqueta de regalo del barco antes de salir de su habitación. 

Corrió lo más rápido que pudo, lo cual no es gran cosa debido a su resistencia, llegando al "Royal Suite" habitación 604. Se tapó la boca y nariz, apenas viéndose sus ojos, entrando con una llave que ya había sacado de forma anticipada. Al ver a una mujer secando su cabello, se acercó y la apuñaló de forma inesperada.

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Mientras Conan seguía dando toques con el balón de voleibol, los demás estaban tras él pensando en donde se ocultaba Ran.

—Hemos encontrado a los cuatro fácilmente. —comentó Ai dejando de ver el increíble manejo del balón del detective.

—Todavía nos faltaba el número uno en esconderse. —habló Sonoko entre pensamientos con el ceño fruncido.

—¿Eh?

—Ran-san es buena escondiéndose? —preguntó curioso Mitsuhiko.

—Ella es como un ninja, ¡Un ninja! —les respondió alzando la ceja. —Nadie en la escuela primaria se podría pegar en un techo o en un puente bajo el agua. 

—¿Te-Techo? —preguntó confundida Ayumi.

—¿Bajo el agua? —le siguió Mitsuhiko.

—¡Es increíble! —dijo Genta, los tres imaginándose de forma exagerada a Ran en modo escondite.

Ella ha sido muy enérgica desde que era joven. —pensó Kudo, recordando esos eventos.

—Solo nos quedan doce minutos, vamos a buscarla. —sugirió Ai, al ver el reloj de pared de allí.

Estrategias sobre las profundidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora