Capítulo 12: Rescate

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Hemos llegado al final, ha tardado más de lo esperado 😅

No se cuando empezare el próximo libro, pero no preocupen no tardaré demasiado 🤭

Que tal les ha parecido?

Cosas interesantes vienen en camino 👀

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—¡Hey, Conan! —lo llamó Genta, al verlo subirse en una moto de agua.

—¿Qué estás haciendo? —le preguntó consternado Mitsuhiko.

—¿Conan-kun? —lo llamó al ver que no respondía.

—No pregunten... Tengo la sensación de que algo no va bien, que no ha terminado y me olvido de algo. —les respondió con la mirada perdida. Al sentir un peso atrás, volteo para encontrarse con esos ojos verdes que tanto ama. —¿Qué haces? —preguntó en una mezcla de confusión y preocupación.

—¡Ha! Si crees que vas a ir solo, estás soñando. —le respondió está con una mirada altanera, era obvio que no la convencería que no fuera y también perdía tiempo.

Kudo dio un suspiro antes de sonreír abiertamente. —Agárrate fuerte. —le ordenó sutilmente, está obedeció, agarrando con sus pequeñas manos la chaqueta del detective alrededor de su cadera. Al estar seguro que ella estaba bien sujeta, arrancó la moto. —Si estoy en lo cierto, el verdadero asesino es... 

En el barco Minako intentó matar al capitán pero Kogoro al ya saber sus verdaderos intenciones la frenó y la enfrentó diciendo su deducción que para variar había acertado mientras Conan lo escuchaba por los gemelos, con eso también ayudó en las partes donde se quedaba en blanco.

A pesar de que Kogoro se rehusaba a pelear contra una mujer, está no le importaba menos y lo golpeaba sin ningún remordimiento.

—¿Eh? Esos no son. —comentó Sonoko al ver pasar la moto de agua.

—No puede ser. —le siguió Ran.

—Shinichi… —murmuró el Profesor Agasa.

—¿Qué? —soltó confundida Ran.

—¡Oh! Nada, nada. —trato de arreglarlo el Profesor.

En el barco

—Que vergüenza, ver a un detective tan famoso en ese estado. —comentó divertida Minako, al ver como el detective durmiente estaba siendo apaleado.

—Cállate. —gruño con molestia.

Por suerte, Sherlock y Watson llegaron al barco. Haibara estaba por seguir a Conan con Kogoro, pero recordó la medalla de los niños.

—¿Hey, dónde vas? —le preguntó Conan deteniéndose.

—No te preocupes, tomaré un barco después, buscaré esa medalla. —le gritó mientras seguía corriendo.

Kudo frunció el ceño antes de correr con Kogoro que seguía siendo golpeado.

—¡Tío! —gritó Conan al ver la batalla de eso dos.

El grito distrajo a la mujer durante unos segundos, lo suficiente para que Kogoro le hiciera una de sus famosas llaves de Judo.

—No contaba con eso... desde el principio he sido el objetivo de un famoso detective, creo que me debe odiar. —murmuró Minako, viéndolo desde el suelo.

—Al contrario... es porque te pareces a ella, tenía esperanza de que no fueras la asesina y buscaba pruebas para probar tu inocencia, pero de alguna forma terminó así. —le respondió Kogoro.

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