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Capítulo 31

Song Qingzhou se puso en el alféizar de la ventana y observó a Xie Xun salir del piso, con Douding a su lado vigilando tras él.

Si no hubiera dicho palabras duras, Xie Xun podría seguir molestándolo.

Además, él y Ye Ran estaban hechos el uno para el otro y no deberían molestarlo siempre.

Volvió a sus cabales y acarició la cabeza de Douding, luego se sentó en el sofá para quitarse los zapatos y los calcetines. Entonces, descubrió que su tobillo se había hinchado.

Song Qingzhou sacó la pequeña caja de medicinas y puso en ella algunos medicamentos.

"Miau~"

Douding corrió a su lado y se frotó contra él. Song Qingzhou tomó el gato burlón y le dijo: "Jugaré contigo más tarde".

El gatito se revolcó en el sofá con el palo de gato en su propia boca y jugó.

Pronto, la búsqueda sobre Song Qingzhou en el centro comercial llegó a las noticias, ya que muchos fans habían tomado videos y los números de marketing habían puesto directamente el perfil de He Zhun en Weibo. De repente, también apareció la noticia de que Song Qingzhou estuvo a punto de ser sumergido hace seis años.

[¡Esto es un maldito robo!]

[La familia He debería haber abandonado el negocio antes].

[Bah, no vuelvas a comprar allí.]

[Gracias a Dios que no se repitió lo de hace seis años, y gracias a Dios que esta vez había muchos fanáticos].

Un transeúnte respondió al pie: El hermano parece bastante hábil.

El fanático respondió inmediatamente al transeúnte: Todo se debe al incidente de hace seis años en el que nuestra estrella aprendió defensa personal [llorando].

[Dijo que era seguro y que estaba rodeado de fans. ¡Tan conmovido!]

Una gran oleada de fans acudió a la página de Weibo de Song Qingzhou para consolarlo, y su representante se apresuró a llamar por teléfono para preguntar cómo estaba Song Qingzhou, pero éste sólo dijo que estaba bien.

A continuación, recibió llamadas de Su Qin y Lu Jingyi, así como saludos de Lu Jinyan.

La madre Xie también llamó por teléfono, y Song Qingzhou se limitó a decir: "Estoy bien, ya estoy en casa".

Dijo con algo de culpa: "Lo siento Zhou Zhou, no debería haberte dejado solo".

"Está bien, tu salud es importante".

"Te haré justicia en este asunto".

"Gracias".

Song Qingzhou iba de uno a otro para informar de su seguridad cuando Lu Jinyan envió un mensaje diciendo que vendría. Así que Song Qingzhou esperó hasta las doce y no durmió hasta que el timbre de su casa sonó a la una de la madrugada.

Song Qingzhou se inclinó sobre el ojo del gato para echar un vistazo y abrió la puerta cuando vio que era Lu Jinyan.

"Ha sido una larga espera". El hombre entró en la casa con un aire frío en el cuerpo, se dio la vuelta y cerró la puerta, explicando: "Hubo un retraso para lidiar con las cosas".

Song Qingzhou asintió comprensivamente, "Está bien, tío Lu".

Lu Jinyan frotó el pelo del joven. Su piel era tan hermosa como la porcelana lisa bajo la luz incandescente, sus pestañas negras de pluma revolotearon ligeramente dos veces mientras levantaba los ojos para mirarlo con una pequeña sonrisa.