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Capítulo 48

Song Qingzhou recibió una llamada desconocida, la persona tenía una voz agradable, pero no sabía de quién se trataba.

"¿Puedo preguntar quién es usted?"

"Soy Ye Ran". Dijo.

Las cejas de Song Qingzhou se fruncieron, ¿por qué le llamaba Ye Ran?

"¿Puedes ayudar a Xie Xun?" Preguntó.

"Actualmente está encerrado en su casa, y su teléfono ha sido confiscado".

Song Qingzhou estaba un poco confundido. Xie Xun le había dicho que sólo volvía para resolver los problemas de la empresa.

"¿Qué me importa si está encerrado en casa? ¿Por qué necesitas mi ayuda?"

"Está encerrado en casa por tu culpa. Tus mayores han dado instrucciones al tío Xie para que no pueda volver contigo. Mientras no se dé por vencido, permanecerá encerrado en casa". Ye Ran continuó: "Pídele a tus mayores que se apiaden".

"Entonces déjalo que se rinda". Song Qingzhou dijo con cierta despreocupación.

Ye Ran pareció sorprendido y preguntó: "¿No te importa él?"

"¿Por qué debería preocuparme por él? Ya estamos divorciados". Se acostó en la cama con la almohada en los brazos y dijo: "Y no deberías llamarme diciendo estas cosas extrañas para confirmar nada".

"Estamos divorciados, no me importa él".

Tras decir esto, Song Qingzhou colgó el teléfono.

Se tumbó en la cama y leyó las noticias durante un rato antes de apagar la luz. El miau de la mesita de noche parpadeaba últimamente, y Song Qingzhou se preguntó si estaría roto.

Trajo a la pequeña ama de llaves y luego la revisó, pero tampoco encontró nada malo en ella.

¿Se ha quedado sin energía?

La pequeña ama de llaves seguía parpadeando, y Song Qingzhou la pulsó, pero no encontró ningún interruptor en su interior.

***

Xie Xun no podía salir de la residencia Xie, había gente especial vigilando la planta baja y la entrada, ni siquiera podía salir de su habitación.

La madre Xie parecía afligida y suplicaba al padre Xie: "Después de todo, es nuestro hijo, ¿cómo puedes soportar encerrarlo?".

"No está haciendo su trabajo". La cara del padre Xie era fría.

"¿Su empresa no está dejando rendimiento? ¿Tiene que ir al ejército como tú?"

El padre Xie siempre se resintió de que Xie Xun saliera antes del ejército.

Siempre lo había pensado y había educado a Xie Xun en esa dirección desde que era joven, pero Xie Xun nunca le hizo caso.

"Nunca le preguntaste si le gustaba". La voz de la madre Xie contenía un poco de queja: "Seguimos forzándolo, por eso se puso así. Si hubiera aparecido antes, al menos podría haberlo hecho un poco más humano".

"No puedes cambiarlo".

La madre Xie respondió miserablemente: "Cierto, al igual que yo no puedo cambiarte".

El padre Xie frunció el ceño y no dijo nada más.

Por la tarde, Ye Ran llamó a la puerta diciendo que quería ver a Xie Xun. La madre Xie no estaba de acuerdo con que se reunieran, pero el padre Xie le dejó entrar.

Xie Xun tenía una pequeña ama de llaves igual que Song Qingzhou, que parecía un juguetito normal que el padre Xie no había notado y por eso no había podido confiscar.