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Capítulo 51

Song Qingzhou se dijo a sí mismo: 'No importa cómo lo piense, creo que su relación no es normal'.

Xie Xun recogió la almohada que había tirado y se la devolvió a Song Qingzhou, pero éste no lo apreció mucho.

"Zhou Zhou".

"Muy bien, dejemos esta conversación". Song Qingzhou interrumpió su seguimiento, se levantó y dijo: "Voy a ver si la lluvia ha parado".

Sin embargo, la lluvia en el exterior no cesaba, y parecía ser cada vez más intensa.

Song Qingzhou entró en su habitación y sacó la colcha. Tenía la intención de dejar que Xie Xun durmiera en el sofá, pero parecía seguir enfadado e ignoró a Xie Xun, dejando la colcha en el suelo y volviendo a su habitación, cerrando la puerta tras él.

Xie Xun reflexionó por un momento en la sala de estar. El comportamiento de Song Qingzhou realmente le hizo sospechar que tenía algo con Ye Ran, pero cuando lo pensó, realmente no tenía demasiado contacto íntimo con Ye Ran.

El pequeño gato negro salió de las cortinas y maulló un par de veces. Xie Xun le hizo un gesto con la mano y se lanzó a la pierna de su pantalón.

Probablemente fue porque Song Qingzhou no había encontrado al pequeño gato negro en la habitación, así que salió de nuevo. Xie Xun tiró suavemente de su brazo y dijo: "No te enfades".

Song Qingzhou frunció los labios y dijo: "No lo estoy".

Sus dedos se deslizaron hacia abajo y apretaron la palma de Song Qingzhou, que también era suave y cálida. Su tono frío tenía un poco de impotencia. Miró a Song Qingzhou, aunque su mirada era tenue, siempre era diferente a la de los demás, dijo: "¿Cómo debo persuadirte?"

Pero Song Qingzhou es ahora como un polvo detonante, se enciende al menor contacto y su mente salta, diciendo: "¿Te gusta la gente que te escucha?"

"No."

"No te gusta que sea obediente".

"...Tampoco."

Siempre sintió que cualquier cosa que dijera no le gustaría a Song Qingzhou, pero no podía quedarse callado.

"Sólo me gustas tú".

Song Qingzhou sintió algo malo de nuevo y negó la respuesta de Xie Xun, y recitó: "Sólo te gusta Ye Ran".

Xie Xun arrugó habitualmente las cejas. Song Qingzhou observó su expresión y dijo: "Sigues con el ceño fruncido, parece que no te gusta escucharme, voy a volver a mi habitación".

Tan pronto como las palabras salieron de su boca, Xie Xun lo sostuvo en su regazo, su voz baja y suave sonó en su oído, diciendo: "Eres el único en mi corazón, no lo dudes".

Song Qingzhou no pareció sentir repulsión por este gesto íntimo, sino que se limitó a fingir que no lo había oído.

Rodeó con sus brazos la delgada espalda de Song Qingzhou y besó suavemente su oreja: "Zhouzhou, ¿quieres volver conmigo?".

"¿Por qué debería volver a mudarme yo y no tú?"

Xie Xun miró el lado cada vez más hermoso de su cara. Estaba tan cerca de Song Qingzhou que podía ver sus pestañas revoloteando. Éste bajó la cabeza para sacar los dedos de Xie Xun que estaban rodeando su cintura, pero su mano lo agarró.

Frotó lentamente los dedos de Song Qingzhou y dijo: "Estoy muy contento".

Song Qingzhou pensó por un momento y dijo: "Es mejor olvidarlo, no hay lugar para ti".

Xie Xun también siguió el ejemplo de Song Qingzhou y automáticamente filtró algunas palabras, diciendo: "Bueno, me mudaré mañana".

Song Qingzhou quiso decir algo más, pero lo pensó mejor y se limitó a decir: "Pero no puedes traer muchas cosas, mi casa es pequeña".