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Capítulo 53

Cuando Xie Xun regresó, Song Qingzhou estaba empacando sus cosas, agregando ropa a su pequeña maleta una por una, y el pequeño gatito a su lado corrió a frotar la pierna de su pantalón.

Xie Xun frunció ligeramente el ceño y preguntó detrás de él: "¿Vas a trabajar?"

La maleta de Song Qingzhou no estaba realmente llena, se abrochó fácilmente, y respondió a Xie Xun: "No, mi hermano se va a casar, voy a volver por unos días".

Rara vez mencionaba a su familia a Xie Xun, y Xie Xun no tenía ni idea de cómo era su familia.

"¿Casarse? ¿Por qué no me pediste que volviera contigo?"

Song Qingzhou se levantó y puso su maleta detrás de la puerta. Abrazó al brazo de Xie Xun y le dijo: "Porque no es importante, no necesitas acompañarme. Sólo tengo que ocuparme de algunas cosas".

"¿Cuándo vas a volver?"

"En dos o tres días".

Song Qingzhou a veces se aferraba a él y a veces no. Xie Xun siempre sentía que no podía retenerlo, por lo que se ponía nervioso cuando hacía su equipaje.

"¿Cuánto tiempo?"

"Tal vez tres o cuatro días, tal vez más..." Song Qingzhou fue besado por él alrededor de la cintura, casi sin aliento, y Xie Xun lo levantó y se dirigió a la cama.

Song Qingzhou fue arrojado sobre la suave colcha. Retrocedió con los codos y Xie Xun volvió a tirar de él.

"No querrás..."

Song Qingzhou se sentó y se estrelló contra sus ojos. Asintió un poco y dijo: "Quiero".

No tenía ningún miedo, y le hizo un gesto a Xie Xun para que se pusiera en cuclillas. Sus suaves labios rozaron suavemente la punta de su nariz, luego alargó la mano y desató su corbata. Xie Xun intentó besarlo, pero le oyó decir: "Piensa que esta noche es imposible".

Con eso se desabrochó la camisa de nuevo y Xie Xun le agarró la muñeca.

Xie Xun le sujetó en la cama y lo besó durante un rato, Song Qingzhou también cooperó con él, pero finalmente fue al baño para darse una ducha fría de nuevo.

Después de que Xie Xun saliera, Song Qingzhou, que sostenía la tableta, levantó los ojos para mirarlo y dijo pensativo: "Hermano Xun, no te resfríes con la ducha fría."

Xie Xun le pellizcó la cara: "¿Por qué me llamas así de repente?"

Dejó la tableta y preguntó: "¿No te gusta? ¿Hermano Xie?"

"Sí". Se limpió el pelo mojado y vio que Song Qingzhou no dejaba de mirarlo.

El pequeño pervertido se avergonzó un poco y dijo: "Tienes una bonita figura".

Xie Xun dejó escapar una risa: "Entonces, ¿quieres probarlo?"

Song Qingzhou se negó a dejarse tentar y dijo: "No hace falta". Se levantó de la cama y le dio a Xie Xun su pijama para que se cambiara, luego entró en el baño y se duchó él mismo.

Después de que Xie Xun se secara el pelo, trajo a los dos gatitos y los puso en su cama.

Song Qingzhou se puso honestamente un pijama, diciendo que tenía miedo de que Xie Xun pensara mal de él.

Xie Xun le ayudó a secarse el pelo y luego dijo: "Es bueno que lo sepas".

Apagó la luz y luego levantó la manta para indicar a Song Qingzhou que se acostara, y se acostó obedientemente.

Xie Xun puso el secador en la mesa y se metió en la cama. Song Qingzhou se metió en sus brazos como un gatito pegajoso y le puso la mano en la cintura.