13. Pequeña tragedia, Distrito Rojo

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Capítulo 13 「小さな悲劇、歓楽街」

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Capítulo 13
「小さな悲劇、歓楽街」

(...)

— Maldito hijo de perra.

Susurraste mientras buscabas a tus tres amigas, hace un buen rato que te habías alejado del lugar donde estabas viendo los fuegos artificiales, mientras tanto, Douma parecía estar discutiendo con Warabihime en un sitio lejos de donde estabas, por lo que aprovechaste ese mismo instante.

Actuar ser gentil, gracias a eso probablemente pudiste ganar un poco de confianza del demonio, aunque tus inmensas ganas de asesinarlo aún no se te quitaban de encima. Después de todo, en una de las visiones que tuviste al tener contacto con él, es que había sido envenenado y asesinado más adelante por una pilar y cazadores.

¿Evangelizar a los demonios? Ni Dios puede hacer eso.

Relajaste tus músculos y seguiste en la búsqueda, hasta que unos gritos se hicieron presentes en la parte superior del Templo.

Corriste hacía el sitio de la supuesta "Tragedia" que algunos hablaban a murmuros, habían muchas personas alrededor de lo que pasó y realmente eso te estresaba bastante, decidiste empujar para poder ver más de cerca.

— ¡Esto es una tragedia! No nos habíamos dado de cuenta de esto hasta ahora ¡Da miedo! ¡Es asqueroso! ¡Llamen a alguien urgentemente para que se encargue de ellas!...

Sentiste como tu corazón podía pararse y encogerse en ese justo momento, caminaste lentamente hacía los cuerpos y te arrodillaste en frente de las tres mujeres.

Aquellas las cuales buscabas hace minutos estaban cortadas en pedazos, sus partes andaban regadas por ahí de forma desordenada y el charco de sangre que cada vez se hacía más grande llegó a mancharte las manos.

— ¿Cuánto tiempo llevan aquí? —Cuestionaste con un tono de voz nada agradable, la mujer que gritaba sudó y tenía miedo de responder aquello.— ¿Alguno de ustedes saben?

Ninguno decía nada, todos de un momento a otro quedaron callados.
Respiraste hondo, tratando de mantener la calma.

— ¿Quién fue la primera persona en verlas? ¿Alguien sabe donde estaban mis chicas antes de que esto sucediera? Además, esto es extraño ¿No se supone que éste lugar tenía vigilancia?

Te levantaste del suelo y señalaste al frente mientras la sangre escurría de tus manos, señalabas al hombre que hace un rato estaba contigo, la misma mujer de cabello negro venía junto a él. Estaban en el fondo.

— ¡Douma, maldita sea! Eres el dueño de éste lugar ¿No que éste Templo estaba asegurado? ¡¿Que nadie peligroso podía pasar?!

No habías sentido el olor a sangre.

— ¡Oiga! ¡No le hable así a Douma-sama! —Chilló una mujer de cabello rojizo.— ¡¿Acaso no sabe quién es él?!

— ¿Tú quién demonios te crees para hablarme a mí así? Tengo en cuenta que no te pedí opinión alguna y no esperé recibir una orden de alguien que sólo se cree superior por estar en éste lugar, mientras simplemente es inferior a mí y los demás.

Lᴀ Hɪsᴛᴏʀɪᴀ Jᴀᴍᴀ́s Cᴏɴᴛᴀᴅᴀ «ᵍʸᵘᵗᵃʳᵒˣˡᵉᶜᵗᵒʳᵃ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora