Cuentos que escribo con la mano izquierda

Muerto Por Primera Vez

Las palabras no se acaban,
El mechero no funciona.
Las monedas se terminan,
La estación está cerrando
Y aún no sueltas el teléfono público.

Veo tus gestos a través de la cabina,
Tus gestos que nunca he visto conmigo.
Me doy cuenta de lo que no seremos.
Tu estas tan hermosa en este lugar de mala muerte.

Me encojo en mi mismo,
Mirando a la oscuridad más
allá de los focos.
En el vacío es cuando más pienso
¿Existe alguien que se sienta tan feliz y miserable cómo yo?

Me duele el pie,
Tengo sueño cambiado,
Mañana debo trabajar.
Yo, yo y yo.

Sin embargo, aquí estamos.
La noche ya cayó,
El transporte va lleno,
La ciudad se ilumina y somos felices.
La multitud nos obliga a estar juntos,
Te siento contra mi pecho, creo estar protegiendote.
Dios, hasta me haces creer que soy un hombre.

La herida aún no sana.
La de mi nariz, claro, el parche siempre presente.
Tengo miedo que mis palabras sinceras te asusten.
Ya lo han hecho antes.
Espero que encuentres a alguien que ames tanto.
Y sientas una pizca de la felicidad que me rodea.

No puedo asociar el hedor de esta ciudad con tu imagen inmaculada.
Que ha demostrado corromperlo todo.
Escucho los rumores de una droga que ronda la ciudad.
Una que hace tu cabeza explotar.
Siempre busco impresionarte, si la tuviera se que te podría encantar.

Pretendo mucho y hago poco,
Dijo mi familia siempre.

Pero ahora estoy tranquilo,
Porque contigo me he esforzado al completo.
Demostrándole no a ellos si no a mi, quien estaba en lo correcto.

No se cuando termine esta ilusión,
Ni se si quiero que acabe o sea eterna.
Pero es la primera vez y disfruto como un niño.
Ese niño que encerraron en pastillas.
Cuyo sueño se cumplió, pero no como el creía.