Hay una herida añeja y tímida,
Fermentando camino a décadas.
Al mismo tiempo ajena e íntima,
Hace mella en mi y me desgarra.
Una tan profunda que no puedo lamer
Y la tela de mi ropa no llega a manchar.
No la puedes sentir, no la debes ver.
Pues no hay nada que demostrar.
Por ella soy un hombre sin vigor,
Por la que es real y es interna.
Solo un puñal equipara el calor,
Que sentí un día de manera alterna.
Carcome mi alma, en busca de muerte,
Sin embargo es algo, que no me apetece.
Mi instinto grita que la acabe,
Pero aun así dejo que me desangre.
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Cuentos que escribo con la mano izquierda
RandomUna recopilacion de cuentos que voy creando de variados géneros: ciencia ficción, fantasía, terror, realismo, etc. En su mayoría, transcurren en Kalemia, La ciudad del Infortunio.
