Apologize

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Contexto: Lucius Malfoy le estaba diciendo a Draco que ya había cerrado un contrato matrimonial con otra familia sangre pura y de alta alcurnia.

Inspirado en un pequeño tramo de la película 'Encanto', que dice; "go on, apologize". Nunca vi la película, pero ese pedacito estuvo rondando bastante por tik tok, y bueno, no me pude resistir.

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—...y por eso debes aceptar gustosamente el regalo del joven Flint cuando comience a cortejarte. Ésta familia es bastante prestigiosa y no querría que mi heredero me hiciese quedar mal parado delante de mi socio y buen amigo, ¿estamos claros, Draco?—. Lucius cuestionó con una ligera advertencia en la voz, sin echarle un solo vistazo a su hijo, que se había sentado en el sofá individual frente a él, mientras seguía revisando sus papeles.

Esperó unos segundos escuchar la sumisa y suave voz del niño aceptando dócilmente su mandato, como siempre, pero esta nunca llegó. Le restó importancia, sabiendo que igual, Draco jamás se atrevería a desobedecerlo...

—No—. Lucius cortó su hilo de pensamientos y levantó la cabeza de golpe, creyendo haber escuchado mal.

La mirada gris, heredada de la familia Black, tan idéntica pero diferente de alguna forma, a la de su esposa, Narcissa, lo miraba con una determinación y confianza que Lucius nunca había visto mientras se dirigía a él.

—¿Disculpa?—. Arrugó el ceño una vez la sorpresa se disipó y se dio cuenta que no escuchó mal, Draco sí se había negado a su orden.

—Que no estamos claros, padre. Tengo pareja, y no pienso casarme con nadie más que no sea él—. Draco explicó lo más firmemente que alguna vez lo había escuchado hablar.

El rostro del Malfoy mayor se torció en un rictus de desprecio y burla, los ojos azules endurecidos mientras dejaba los documentos en el sillón y se ponía de pie, podía sentir la ira comenzando a inundarlo por el atrevimiento de su heredero, su títere. Ja, que gracioso se había puesto el niño.

—¿Qué clase de tonterías dices, Draco?—. Se rió con cinismo. —Eres un Malfoy, mi heredero, y como tal, es tu deber obedecer todas las órdenes del jefe de familia, o sea, yo—. Siguió, su ira aumentando a cada segundo mientras veía el rostro imperturbable de Draco. —¡Me importa una mierda que tengas pareja! Terminaras esa chiquillada de inmediato. Y por el amor a todos mis ancestros, Draco Lucius Malfoy, espero aún te mantengas tan puro como te he dictado siempre. No pasaré la vergüenza de tener un heredero como prostit...—.

Lucius no pudo terminar su advertencia cuando sintió como una fuerza invisible se le envolvió alrededor del cuello, cortándole el aire abruptamente por lo duro que se cerraba en su garganta.

Una figura imponente y vestida completamente de negro, entró a la sala como si fuera el dueño del lugar; unos familiares y peligrosos ojos teñidos de carmesí miraron directamente los suyos azules, abiertos grande por el terror.

—M-mi Seño-or—. Tartamudeo patéticamente.

Una suave risita divertida se escuchó en la sala por encima de su tartamudeo y respiraciones dificultosas y entrecortadas. Por un instante, pudo ver borroso por las lágrimas sin derramar gracias a la asfixia, cómo esa risa atraía una mirada un poco más suave al duro y atractivo rostro.

Tal vez la falta de oxígeno lo está comenzando a hacer alucinar...

—Será mejor que retractes tus sucias palabras y te disculpes con mi pareja inmediatamente, Malfoy—. Su Señor amonesto con voz helada, sin aflojar ni por un segundo su magia en su cuello. —No querría tener que quedarme sin uno de mis tan antiguos mortifagos, ¿estamos claros, Lucius?—.

El patriarca Malfoy tembló, haciendo todo lo posible por asentir. Aún a través de su mente confusa, nublada por la falta de oxígeno, pudo escuchar la clara amenaza disfrazada de sarcasmo en esas palabras siseantes.

Su Señor lo soltó, y Lucius cayó de rodillas al suelo alfombrado, sosteniendo su maltratado cuello y buscando recuperar el aire faltante de sus pulmones ardientes.

Una vez pudo recuperarse minimamente, se levantó con rapidez, aunque algo tambaleante, no queriendo agotar la poca paciencia de su Lord. Su mirada fue a parar al menor en el lugar, que parecía encontrar hilarante toda la situación a juzgar por la enorme sonrisa divertida.

—Adelante—. Se burló con una sonrisa inocente y levantando una pálida ceja, como el mismo Lucius siempre hacia para intimidar y mostrarse superior a sus colegas. —Discúlpate—.

Y Lucius solo pudo morderse la lengua hasta que pudo saborear su propia sangre, impotente y enfurecido, al ver como el niño sumiso que había moldeado a su favor, se reía abierta y descaradamente de él.

Si hubiese advertido antes esta rara cosa que sucedía entre Su Señor y Draco, podía haber sacado mucho provecho de eso.

—Esa arrogante ignorancia es lo que un día te matará, Lucius—. Dijo ásperamente el Lord, estirando la mano hacia su hijo, el cual la aceptó felizmente.

Fue toda una hazaña tortuosa para el mayor de los Malfoy tener que disculparse con su hijo, al que nunca había visto más que como el trofeo bonito que era, pero era eso o tener una muerte temprana y seguramente dolorosa a manos del gran Lord Voldemort.

Su yerno, pensó Lucius con un escalofrío.

The end.

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Hola, gentecita. ¿Cómo están?
Yo muy bien, gracias.

Por fin un nuevo cap, lo sé. Espero que les haya gustado.

¡Deseo que tengan un muy buen fin de semana!

Un beso grande.

Camila.

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