Saint Seiya: treasure of the universe (Shaka X Aioria)

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Kannon y Saga paseaban por la cuidad intentando convivir sin intentar matarse el uno al otro. Kannon caminaba con la cabeza hacia abajo y observando de reojo a su hermano mayor con una rosa celeste que decoraba su cabello y lo hacia lucir pulcro y bello, por su parte, Saga tendría la flor decorando el bolsillo superior de su chaqueta de cuero negra. La razón de estas, fue un regalo que una anciana los obligo a regalárselas para hacer las pases, pues horas atrás peleaban en pleno centro comercial.

En un incomodo silencio, se dirigieron al automóvil de Saga, regresarían al santuario para terminar aquel intento de convivencia fallido.

El teléfono del gemelo menor sonó, la misma Diosa Athena llamaba

-Señorita Saori, ¿Se encuentra todo en orden?- pregunto kannon con respeto.

-Kannon, tu y tu hermano Saga se les a encomendado una misión de suma importancia- comento la chica del otro lado de la llamada con una voz impostada.

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Shaka observaba la estatua de Athena con frustración, recordando todos los años al servicio de la Diosa, las veces que murió y todas las batallas en las que se enfrentó cuerpo a cuerpo y resultó herido, le resultaba ridículo que ahora era sobreprotegido por sus compañeros de armas. Se había escapado de Dokho, quién ahora era su guardia personal al ser el caballero dorado de Libra, y Shion, quien lo hostigaba a mudarse al templo de Athena y abandonar el sexto templo.

Recordaba su entrenamiento en el Río Ganges, sus conversaciones sobre los misterios de la vida con Buda, creció rodeado de miseria, enfermedad, hambre, se preguntaba el por qué de la vida misma si está llena de sufrimiento y al final es abatida por la mayor tristeza, la muerte.

-Si que eres escurridizo Shaka- menciono una voz conocida.
-Por tu cara veo que algo te molesta, ¿Se puede saber que es?- hablo el castaño mientras se recargaba en uno de los pilares

-¡Viejo maestro!- grito de sorpresa el rubio.
-No es nada importante, no se preocupe, solo estoy pensando un poco- respondió nervioso y entre tartamudeo el indú.

-¿Y que es ese "nada importante"?¿Es acaso el hostigamiento de Shion?- bromeó el mayor.

-¿Uh? ¡No, no!- exclamó nervioso haciendo gestos con las manos.
-Se espera que una guerra de inicio pronto , y aún ni siquiera me he mostrado como un Dios, sigo siendo un caballero. No sé han dado señales de los gemelos de Géminis con la respuesta de Poseidón ni de Shun con la respuesta de los espectros ¿Esta seguro que soy la reencarnación de Astrea?¿Esta seguro de que la guerra que menciono el vendedor del pueblo está relacionado conmigo?¿Y si se equivocaron de generación de Santo de Virgo?- rechisto el menor.

Dokho miro al contrario, sonrió y le revolvió el cabello en un gesto de tranqulizar al contrario.

-Shaka, dale tiempo al tiempo- río el viejo maestro

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Los gemelos estaban bajo el océano, más específicamente en el templo de Poseidón. Eran escoltados por Sorrento, quien no había perdido comunicación con el gemelo menor pues hasta que cierto punto se consideraron buenos amigos. Kannon y Sorrento hablaban con tono animado, mientras que Saga miraba con recelo al marino, llegando al templo del Dios de los mares, los marinos de Siren y SeaDragon se arrodillaron ante el dios marino, por su parte el caballero hizo una reverencia en señal de no ir con malas intenciones.

-¿A que se debe su inesperada visita, caballero de Athena?- cuestiono el de cabellera celeste.

-Athena sabe que han tenido sus diferencias y que actualmente no poseen una relación en buenos términos, pero el Santuario y la Diosa Athena piden su ayuda para proteger a la tierra una vez mas- comento el caballero de géminis.

-Entiendo, pero respóndeme ¿Porqué  los debería de ayudar?¿Cual es mi motivación para contribuir en la guerra y socorrer a Athena?- pregunto en mandatario.

-Perdone la interrupción Señor Poseidón, pero con todo respeto, el ser el dios de los mares lo involucra en esta guerra- menciono el gemelo menor.          -Estamos hablando de la era del mito, una batalla que lo involucra a usted, a la diosa Athena y al dios Hades- recalco el de cabello azul marino  

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Shun era atendido por pandora, quien curaba sus heridas provocadas por rhadamanthys  anteriormente. El caballero de Andrómeda fue emboscado por los tres jueces del infierno, al intentar dialogar con ellos y explicarles el motivo de su llegada fue golpeado por las infernal waves de Radamanthys.

-caballero de Andrómeda, perdone el atrevimiento de Radamanthys, no les he comentado sobre su regreso y la alianza temporal con el Dios de los mares Poseidón y Athena- pidió disculpas con una voz quebrada

El de cabellos verdes asintió, observaba con detenimiento a los jueces que veían con vergüenza a su Dios

-porfavor, dejen que les expliqué la situación- comento con amabilidad Andrómeda.
-No solo la tierra está en peligro, el infierno está apunto de hundirse y caer en la catástrofe, una guerra que se cuenta que se libró en la era del mito, dará inicio en cualquier momento- exlamo de forma angustiada Shun
-Estoy aquí para pedir su ayuda en la guerra que se aproxima, pues no solo afectará la Tierra, como lo mencioné anteriormente, el inframundo se verá dañado, pidan lo que quieran, inclusive si no está a mi alcance lo obtendré a cambio de su apoyo- dijo con determinación

-¿Estas dispuesto a dejar que tú cuerpo sea, una vez más, el contenedor del señor Hades a cambio de nuestra ayuda?- cuestionó Aiacos

Shun asintió estando dispuesto a otorgar la vida para salir victorioso, los tres jueces se arrodillaron mientras que Pandora colocaba aquel collar que alguna vez pacto la union entre Shun y el dios del inframundo en el pasado para que, una vez más, sea el recipiente del rey de las tinieblas

-Entonces, sea bienvenido a casa, maestro- murmuró Pandora

Los tres dioses que alguna vez estuvieron en conflicto, ahora tenían un motivo en común, proteger a Astrea, y tú, ¿Estás listo para la guerra?