two time

107 11 0
                                    

Saori y Julián gritaban, y mucho.
Esto era por lo sucedido anteriormente, ya llevaban discutiendo un buen rato que sus oídos dolían horriblemente, pero por más que pidiera que estos se detuvieran, parecía como si le estuviera hablando a la pared.
Se rindió cuando se dio cuenta de que no tendría resultado alguno su lucha.
Se introdujo más en su mente deseando un escape de la realidad por la cual actualmente estaba pasando, era mucho en poco tiempo y aún tenía heridas sin cicatrizar.

Podía escuchar como todos hablaban a su alrededor de tonterías, estrategias, peleas, etc. Era algo a lo que se había acostumbrado, claro, cuando aún él era solo un soldado más y no una deidad, ahora siendo la figura más importante de la guerra estando en boca de todos a cada segundo.
Ya habían pasado alrededor de 10 horas desde el atentado en la casa de sagitario, y sus ánimos no mejoraban. Tal vez era egoísta solo preocuparse por quedar bien, como alguien poderoso, pero deseaba ser esa figura de protección que todos pensaban que era, deseaba proteger a la humanidad, costara lo que le costara.

Aioria lo observaba, veía como este se concentraba en su meditación habitual, pues a pesar de estar en una de las crisis más horribles que ellos han pasado, aún seguía manteniendo la calma que siempre admiro de su persona.
Su hermano le hablaba, pero no ponía mucha atención por observar a su amado, preocupado por lo que podría estar sufriendo, recordando que jamás fue alguien de muchas palabras o de sentimientos.
Termino de charlar con Aioros y se acercó al rubio sin hacer ruido, no quería exaltarlo ni hacer que se desconcentrara de su meditación. Shaka abrió un ojo mirando al castaño.

- ¿Necesitas algo Aioria? - le pregunto tranquilo con una mirada calmada y voz suave

El joven se sonrojo al tope y se puso nervioso, olvidaba lo que la voz de su enamorado le hacía.

- yo... -
- ¿Quieres acompañarme a almorzar? -

- No creo que este sea el mejor momento para una cita -

- ¡N-No! Solo que no he comido nada y creo que los demás están muy ocupados como para acompañarme -

- ¡Fue una completa estupidez de su parte! - grito el patriarca enojado
-¡Pudieron haberla puesto en peligro a él y haber arruinado todo! -

Shion regañaba a Aioros y Shura, pues pudo ser peligroso para el Dios haber estado ahí.
El castaño y el de cabellera verde solo estaban arrodillados aceptando su riña sin algún 'pero'.

- ¡Desde el principio debieron haber sospechado de las flores de San Juan! -

- ¡Shion, por favor, basta! -

Dokho entro a escena cansado de los gritos del Patriarca, no era el momento para que los reprendiera cómo cuando eran niños, son adultos después de todo.
Se acerco a su viejo amigo para intentar tranquilizarlo, sabía que no lograría mucho pues él siempre fue de carácter algo duró.

- No es el momento, necesitamos saber que vamos a hacer, después de todo... - dejo su lado bromista para pasar a uno serio
- estamos en una guerra Santa -

Shura y Aioros se miraron entre si y asintieron, gracias a lo contado por DM*(1)* y lo que la Golden tribe sabía y llegaron a contar, ambos tenían una pequeña noción de como el enemigo atacaría, sus planes y objetivos.
Shura se levantó y de su armadura saco un mapa mundial con ciertos sectores del mundo marcados con marcador rojo, pues eran los lugares donde escuadrones de los ejércitos contrarios iniciarían a atacar a la humanidad, no sabían la fecha y hora exacta, pero eran conscientes de que ocurriría más pronto de lo que pensaban y suponían, debían de estar atentos en los lugares marcados.

Shion tomo el mapa, y sorprendido miro al peliverde.

- reúne a todos en el coliseo, tanto caballeros, marinas y espectros -
- tengan los ojos puestos en todo lugar, que ninguno de nuestros dioses abandoné el santuario -

- Shaka, me gustas -
- estoy enamorado de ti -

Shaka y Aioria se encontraban en uno de los restaurantes de Rodorio comiendo, habían pasado poco tiempo desde que salieron y a ojos de Shaka, Aioria se había estado comportando extraño. Rodeados en de Lobelia, quienes, desde la perspectiva de Aioria, hacían que la vista que tenia de Shaka más bella. 

- oh ¿En serio? - pregunto con un tono de burla y obviedad
- no me di cuenta - recalcó con sarcasmo
- no es como si hubieras echo todo un show para hacer una confesión -

- ¡L-lo siento!-
- fue idea de Shura y mi hermano -

El rubio solo reía, de igual manera sonrojado, pero con un corazón saltando de alegría por los sentimientos que el mayor le hacía tener. Era la primera vez que se sentía así, hay tantas cosas que nunca había experimentado, ¡se sentía vivo! ¿esto era amar? era el sentimiento más bello que había tenido hasta ahora, quería que se mantuviera así siempre. El griego solo pudo admirar su bella risa, nunca la había escuchado. Era el sonido más bello, de no ser por las condiciones actuales, probablemente ya habría propuesto matrimonio al rubio, claro, en sus más profundos sueños. 

- A-Aioria, yo... ¡Achu! -

- Jajaja, oh Shaka -

Ambos jóvenes se dejaron llevar por el momento y por el amor que sentían, se acercaban lentamente esperando que en cualquier momento sus labios rozaran y se juntaran en un dulce beso. Y esto hubiera pasado así, de no ser por un estruendo que los interrumpió.

- Carajo, no otra vez - maldijo el castaño

Unos cuantos segundos pasaron, a su mismo tiempo, una silueta se divisaba entre la nube de tierra que el revuelto había creado. 

- Vaya, no pensé que este sentimiento viniera de un santo como tú, Aioria -

Una niña de aspecto de entre 7 a 10 años, se acercaba a paso lento, con una sonrisa divertida y llena de malicia. A la par que ella caminaba, las flores de Lobelia empezaban a crecer en las construcciones del pueblo. Estas mismas, comenzaban a tener efecto en Shaka.

- ¿Acaso todas las flores me quieres matar? - pensó el rubio fastidiado 

- Me presento, su majestad. Soy Emonie de Malice -
- Mick, porfavor, ve por ella -

Emonie tiro el oso de peluche que llevaba con ella, este paso a convertirse en un oso grande, de color negro y con dientes afilados. Ambos jóvenes retrocedieron, Shaka estaba débil, y no estaba en condiciones de huir. Aioria invoco su armadura, dispuesto a pelear. Mick soltó un gran rugido y corrió a gran velocidad, se abalanzó encima del castaño, rugiendo y tratando de morder al caballero, este por su parte, de igual manera daba lucha para poder zafarse del agarrare del animal. El osos cargo a Aioria y lo aventó contra uno de los edificios del pueblo.

Aioria tardo en reaccionar, porque cuando el polvo desapareció. Shaka ya no estaba.

-----------

(1) Death Mask

Saint Seiya: treasure of the universe (Shaka X Aioria)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora