Saint Seiya: treasure of the universe (Shaka X Aioria)

Eden's garden

- ¡Mierda! -

El castaño corría a gran velocidad con dirección al santuario. Las lágrimas ya desbordaban sus ojos, la vista comenzaba a nublarse hasta que a lo lejos vio a Shura y a su hermano.

- ¡Hermano! - grito el de ojos verdes con una voz quebrada

- ¡Aioria! ¿Dónde está Shaka? - pregunto intentando tranquilizarlo y buscando con la mirada al rubio

- ¡Se lo llevaron! Fue mi culpa... - se lamentó con la cabeza hacia abajo

- ¡¿Qué?!¡¿Cómo fue eso posible?! - grito Aioros

Shura sin expresión en su cara, le dio una bofetada, se dio la vuelta y corrió en dirección a la recámara del patriarca para dar avisó. Aioria se masajeaba la mejilla, su hermano por su parte, lo miraba con tristeza, pues había notado una gran impotencia en sus ojos

- Será mejor que lo sigamos - dijo Aioros, Aioria asintió y juntos recorrieron las 12 casas.

(• • •)

Estaba siendo reprendido por el patriarca en frente de TODOS, ¿le importaba?, no realmente. Tenía cosas más importantes por las que preocuparse. Por ejemplo:

Shaka había estado teniendo cambios de humor, comportamiento y sobre todo personalidad repentinamente.

Lo poco que pudo teorizar, era que había una gran guerra interna entre el alma de Astrea y del mismo Shaka por el control del cuerpo que, por otra parte, la Diosa no cometería el primer error de Hades, el cual fue utilizar a Shun como recipiente. Esto tenía sus altas y bajas, sobre todo su punto negativo, que, en cualquier momento, este podría revelarse. Por otro lado, está el caso de Athena y Poseidón, logrando crear una perfecta sincronización entre las almas para años después despertar sin problema alguno. 

Recordaba algunos de los momentos en los que el rubio había tenido esos espacios de cambios de humor, eran algo graciosos ahora que lo pensaba bien. Soltó una pequeña risa impulsiva.

Oh, grave error, esto solo logro que Shion se enojara aún más. 

Los gritos del patriarca aumentaron a tal punto que los mismos jueces del infierno se asustaron con la fuerte actitud del pontífice. Su mismo hermano solo aparto la mirada, sin saber que decir o hacer con lo que sucedía.

Minutos después Shion acabo su riña, minutos perdidos era lo que Dohko le reclamaba, mientras cierto león solo pensaba en aquel amor que esperaba su rescate. 

Milo se acercó a él y le dio un golpe en la cabeza, cosa que lo hizo sobarse. El escorpión lo tomo del brazo y lo adentro más a la recamara, intentando que Shion no los atrapara, pues de ser esto, se volverían a llevar otra regañada. 

- Milo, ¿A dónde me llevas? -

- tú que crees, a buscar la manera de rescatar a tu Julieta, Romeo -

- No creo que debamos hacer esto, el patriarca se enojara aún más conmigo si se entera que estamos haciendo algo a sus espaldas -

- ...Aioria... - lo miro con cara de estar cansado de sus pendejadas
- ¿Quieres ir por Shaka, si o no? -

(• • •)

- ¿Por dónde podemos iniciar a buscarlo? -

- tu estuviste en la batalla, ¿No recuerdas algo que haya dicho? ¿Alguna idea? -

- mhm... -
- No tengo idea... -

Ambos miraban el mapa que se encontraba enfrente de ellos, pensando en algún lugar donde se encontraría.
Milo recordó la última batalla, Eris contra las Santias, era probable que al igual que aquella ocasión estuvieran en el Santuario de Eris.