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Cuenta un antiguo relato que durante pleno siglo XVI los gobernantes del reino del este se encontraban en el punto más alto, gozando de lujos y riquezas. Aldeanos gustosos podían encontrarse en cada rincón del reino, pues mediante mandatos gentiles y honestos lograron la lealtad de su pueblo.

Sin embargo, el atractivo de dicho reino no era otro que los jóvenes gobernantes.
Los diez hermanos; Kair, Kaled, Karim, Karenn, Karei, Kahai, Kalis, Kajhi, Kaigaku y Kaoris, eran joyas que cualquiera anhelaría tener entre sus manos; atractivo, inteligencia y valentía eran tan solo unos de los tantos dotes de los jóvenes.

Todos a excepción de uno poseían dóciles rasgos rubios; Kaigaku, quien era el noveno hijo, gozaba de cabellos tan negros como la noche, ojos filosos tal espada y carácter cuál piedra se tratase. El único que heredó los rasgos de su padre.

Cierto día, tras arduos y largos años de mandato el rey decidío que era momento de escoger a un nuevo gobernante.

Una mañana de sol y cielo despejado los príncipes fueron reunidos en el salón principal, grande fue su sorpresa al descubrir el motivo de la inesperada reunión era la elección del nuevo rey. Sin refutar palabra alguna guardaron silencio, permitiendo que su padre explicará aquella repentina necesidad.

Kaoris creyendo que sería el elegido, dió un paso al frente interrumpiendo a su padre.

Con una sonrisa negó con la cabeza y le dijo -"Hoy no hijo mío, el mandato aún no te pertenecerá."

Molesto sin entender a lo que refería pregunto. -"Padre, ruego tu perdón pero... si no he de ser yo el elegido ¿Cuál de mis hermanos es digno de cargar en sus hombros dicho honor?"

Con una sonrisa el rey levantó su dedo, señalando a Kaigaku, quien sin demostrar emoción alguna con un simple asentimiento de cabeza respondió a la importante noticia.

Los demás hermnos celebraron aquel logro, aplaudiendo y rodeandole de felitaciones, algo que enfurecío a Kaoris y sin siquiera evitarlo abandono la sala indignado.

Esa misma noche la reina organizo un baile en honor al nuevo rey, esperando que millones de invitados le felicitarán y brindaran por su vida.

Pero aquel estilo de vida no era el indicado para el soberano. Al verse asfixiado decidió abandonar el salón, dirigiéndose al jardín trasero para observar la luna llena.

Suspiro cerrando los ojos para relajarse sin siquiera percatarse de la presencia de Kaoris a sus espaldas, con cuchillo en mano se dirigió hasta él y sin piedad alguna le hirió hasta matarlo.

Un grito de horror interrumpió el festejo, la reina lloraba desconsolada cubriendo sus labios en un intento de parar de gritar el nombre de su difunto hijo.

Los invitados atraídos por su llanto salieron del salón en complace de sus hijos, el horror impacto contra sus pecho por la macabra y despiadada escena.

Enfurecido, el rey ordenó a sus primogénitos sostener al traidor, cegado y atormentado por la ira asesino sin piedad alguna al menor de sus hijos. Corto su cabeza manchando de gotas de sangre la ropa y rostro de sus demás hijos, traumandolos de por vida.

Desde esa noche la vida en aquel reino solo empeoró.

Por culpa de una extraña enfermedad la reina murió tan solo un año después, incapaz de hacerle frente a tal situación el rey tomo una difícil desición. Con gran pesar y dolor en su corazón, tomó lo que quedaba de su familia y abandono aquel lugar que le hizo feliz durante tantos años, ordenandole a sus habitantes seguirles, sin importar las joyas y riquezas de las que algunas vez gozaron, acataron dicha orden.

Con el pasar de los años aquel hermoso castillo fue deteriorándose, ganando un aspecto sombrío y oscuro, dando inicio a diferentes rumores.

Uno en específico llamaba la atención de todos aquellos que le oyesen, tan famoso que traspaso la inmortalidad:

"En las noches de luna llena la atormentada alma del noveno príncipe vaga por el castillo, en busca de aliviar aquel terrible dolor que le impide llegar al descanso eterno.

Su silueta puede verse postrada en el ventanal del salón principal. Con pasos perezosos camina por los inmensos pasillos hasta el jardín trasero y una vez llegado el amanecer, la silueta desaparece, hasta la próxima luna llena."

El castillo de los Diez príncipes | KaigakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora