𝕸𝖆𝖋𝖎𝖆 𝖇𝖔𝖘𝖘

11

— ¿Donde vive tu novio?

— Ya te dije que no se los diré.

Felix pasó sus manos por su rostro frustrado de no conseguir nada con el chico atado en la silla.

— Siéndote sincero ni yo lo recuerdo. — Hyunjin frunció su ceño. — La verdad es que soy muy olvidadizo, trato de anotar todo en algún lado.

— ¿Ósea que lo tienes anotado? — Jimin negó. — Vayan a ver su habitación.

— Ey no, la acabo de ordenar.

Felix hizo un gesto con su mano hacia Mingyu y Taeyong de que fueran hacia la habitación de Jimin.

Ambos chicos literalmente revolvieron la habitación de Jimin, Mingyu buscaba en la mesita de noche y Taeyong en los cajones del estante más grande.

— Lo encontré. — Taeyong tomó el papel y lo llevó hacia la sala principal, en donde estaba Jimin, Hyunjin y Felix. — Ten.

— Gracias. — Felix tomó el papel y comenzó a leerlo. — Vive cerca de nosotros y jamás los vimos.

— ¿Qué? — Hyunjin vio el papel y efectivamente vivían cerca de ellos, específicamente a dos cuadras, Hyunjin soltó una pequeña risa. — Que loco.

— No le hagan daño. — Pidió Jimin mirando al omega y al alfa. — Es lo único que me queda.

— Su padre debe morir, eso no lo tengas en duda, ha matado cientos de personas. Tú novio es su cómplice y debe saber más que cualquiera de su padre y todos los crímenes que ha cometido. — Jimin no dijo nada, pues viéndolo por ese lado si tenía razón.

Su novio era cómplice de un asesino y por culpa de eso podía ir a la cárcel, al igual que el, ya que podía contar como sospechoso.

— Hagan lo que tengan que hacer, solo no le hagan daño.

— Si si, desátenlo. — Mingyu desató sus manos y Taeyong sus pies, Jimin sobo sus muñecas debido al dolor y aún en mente que su novio le había mentido todos estos años.

Además de que era cómplice de un asesino.

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— ¡Hola solecitos! — Gritó Hyunjin al entrar a la casa de los Kim.

Pero no había nadie, solo eran esas cuatro paredes vacías y sin rastro de alguien. Hyunjin maldijo y comenzó a buscar en los pasillos de arriba, Felix busco en la cocina y el patio.

— ¡Mierda! De seguro Jimin también es cómplice. — Espetó enojado mientras bajaba las escaleras, vio a Felix llegar desde el patio y soltando un suspiró.

— ¿No habrá alguna pista? — Preguntó Taeyong mirando hacia todos lados.

— La cámara. — Mingyu se subió a uno de los sillones y sacó una cámara que había en una de las esquinas. — De seguro tiene alguna grabación antes de que se fueran, le podemos pedir al novio de Yuta que saque la tarjeta y veamos los videos anteriores.

— Le pediré a los demás que investiguen cada rincón de esta casa, vámonos.

Felix en el transcurso de vuelta a la casa no dijo nada, no hablo ni con Mingyu ni con Hyunjin, lo único que quería era descansar su mente del día tan agitado que había tenido hoy.

Al menos ya habían avanzado algo, por ese lado estaba aliviado, pero contra más fueran descubriendo cosas, más larga sería la investigación.

Y de solo pensarlo lo agotaba mentalmente.

— ¿Estás bien? — Le preguntó en cuanto ambos entraron a la habitación del alfa, Felix se despojó de su chaqueta y sus zapatos.

— Si, solo me agota todo esto. — Terminó de quitarse su ropa y se colocó su pijama más cómodo, mañana se daría el tiempo de bañarse, por ahora solo quería dormir.

— ¿Tienes sueño? ¿Quieres que durmamos juntos? — Felix asintió desde la cama con una sonrisa sin mostrar sus dientes y sus ojos ya cerrándose por el cansancio.

Esta vez Hyunjin se despojó de su ropa y se acostó al lado del omega, abrazó su cintura y besó su nuca.

— Mi bebé, eres el mejor asistente de todos, eres el más bonito, no sabes lo mucho que me gustas corazón.

— Hyunjinie...

— Descansa mi amor.

— Te quiero.

— Yo a ti.