𝕸𝖆𝖋𝖎𝖆 𝖇𝖔𝖘𝖘

24

— Buenos días lindo.

Hyunjin dejó la bandeja con el desayuno que le había preparado en la mañana en la mesita de noche. Felix se sentó en la cama tallando sus ojos y sin mucho ánimo de decir nada, Hyunjin se acostó a su lado soltando un pequeño suspiro y tomando sus manos.

— ¿Quieres decirme qué pasó ayer? — Le preguntó el alfa.

— Ayer Mingyu me besó cuando le pedí ayuda, no sé por que lo hizo y te prometo que no le correspondí.

— Lo sé y por eso no estoy enojado contigo, sabía que en algún momento esto pasaría y estaba preparado mentalmente para cuando pasara. — Le dijo sincero. — No despedí a Mingyu por si te lo preguntas.

— En estos momentos me da igual Mingyu. — Espetó el omega. — Fue un idiota.

— Eso es algo que tienes que resolver con el ¿Sí? Ustedes son grandes amigos.

— Pensé que te molestaba que fuéramos amigos.

— Yo no soy quién para prohibirte de quién puedes ser amigo amor.

Felix tomó sus mejillas y lo besó.

— Te amo. — Dijo el omega. — Perdón por todo esto.

— También te amo.

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— Felix hablemos por favor. — Le pidió Mingyu como por tercera vez en el día.

— No quiero hablar contigo Mingyu, deja de insistir.

— Deja de evitar el tema, sé que estuve mal en besarte y perdón por eso, pero necesito que hablemos aún que sea diez minutos.

Felix nuevamente negó con su cabeza.

— Cuando quiera hablar contigo lo haremos, antes no, o lo único que recibirás de mi parte será una cachetada y dudo que quieras eso.

Felix se retiró de la cocina con su té en las manos, subió las escaleras para ir nuevamente a su habitación junto con Hyunjin.

El alfa dormía plácidamente en la cama, tanto que hasta estaba roncando, Felix con cuidado cerró la puerta y se acostó a su lado. Tomó su teléfono para seguir hablando con Mark, que desde que habían vuelto de Taiwán se habían hecho muy amigos.

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Felix esperó sentado en el sofá del salón a que Mingyu llegara para que pudieran hablar, el alfa con gusto había aceptado a por fin conversar sobre el tema.

Más que conversar sobre el tema quería pedirle disculpas, no quería perderlo, era lo que más lo atormentaba, sobre todo.

— Hola. — Lo saludó llegando al salón y sentándose frente a él. — Lamento hacerte esperar.

— Está bien. — Felix pasó su mano por su cabello y tomó una bocanada de aire. — Te escucho.

— Yo sé que la cague y lamento todo este mal rato que te hice pasar, apenas llegué le dije a Hyunjin lo qué pasó. No quiero que esto cambie nuestra amistad, eres mi amigo y por ese beso que no debió pasar, no quiero que se confundan las cosas. Si no quieres hablarme está bien, si no quieres perdonarme está bien, pero quiero que sepas que me arrepiento mucho y te pido mis más sinceras disculpas.

— Yo realmente no confundí las cosas, siento que tú si y por eso me besaste, sabiendo que tengo novio y eso te lo pasaste por el culo. Me faltaste el respeto tanto a mi como a Hyunjin, a él más que nada por ser mi novio y a mí como tú amigo. Te perdono, pero si vuelves a hacer algo así, que espero no suceda, le pediré a Hyunjin que te despida y espero que no se te ocurra buscarme.

Mingyu solo asintió y con una sonrisa se acercó a abrazarlo, Felix le costó un poco corresponderlo, pero lo hizo, después de todo se trataba de su amigo.

— Espero no haber causado muchos problemas entre ustedes. — Dijo el alfa apenas se separaron.

— Hyunjin fue comprensivo con el tema, pero conociéndolo creo que hasta te hubiera matado. — Musitó para luego reír.

— ¿Seguro que nada cambiará entre nosotros?

— Por mi parte no.

— Por la mía tampoco.

Mingyu volvió a sonreír.

— Gracias por aceptar mis disculpas, me disculpe también con Hyunjin, no me disculpó, pero al menos la intención estuvo.

— Dudo que Hyunjin te disculpe, es medio terco.

— Lo sé.

— Oí eso. — Dijo el alfa escuchando lo que su novio había dicho. — Tú. — Dijo refiriéndose a Mingyu.

Hyunjin hizo un movimiento con su cabeza, Mingyu entendió al instante y se retiró del salón dejando solos a la pareja.

— ¿Todo bien? — Le preguntó el alfa al omega.

— Si, ya resolvimos el problema.

— Me alegro.

Hyunjin le dio varios piquitos y lo abrazó.

— Mi nene, te amo mucho.

— ¿Qué quieres?

— Que mi novio me diga que también me ama.

— También te amo.

Hyunjin sonrió y se separó del abrazo para esta vez besarlo nuevamente, pero con más amor y pasión.

Mingyu había vuelto a la sala, pero miró aquella escena que lo hizo devolverse por donde había venido.

Con un mal gusto de boca.