𝕸𝖆𝖋𝖎𝖆 𝖇𝖔𝖘𝖘

02

Hyunjin veía como traían a la omega y la amarraban en la silla que se encontraba en el sótano de su casa en las afueras de Seúl. Un lugar en donde la mayoría de sus presas eran asesinadas o torturadas por el mismo.

Felix estaba a su lado observando como la chica se quejaba y tiraba insultos al aire. Hoy a el le tocaba encargarse de la presa, ya sea torturarla o matarla.

- Bien, Park Chaeyoung. - Nombró el rubio. - Prostitución de menores de edad y robo de dinero, ¿Algo que decir antes de que te vuele la cabeza?

- Tú alfa esta guapo y debe follar muy bien.

Hyunjin no evitó sonreír.

Felix caminó hacía ella y sacó el arma que tenía en su pantalón, apuntó a su pierna y presionó el gatillo, haciendo que la omega al instante comenzara a llorar y a quejarse por el dolor en su pierna.

- Era mejor... en la cabeza. - Dijo entre dientes.

- Prefiero verte sufrir, tal cual como lo hicieron esos niños inocentes por tú culpa.

Hyunjin miraba cada cosa que hacía Felix, le recordó cuando este solo tenía 17 años y apenas podía tomar el arma porque sus manos temblaban.

Ahora era hasta mejor que el con el tema de las armas.

- Felix matala de una vez. - Dijo ya algo frustrado, la chica no paraba de quejarse e insultarlo.

- Tú dices tus chistes sin sentido, a mí me gusta hacerlos sufrir.

- Mis chistes son buenos.

- Eso es lo que crees.

Hyunjin arrugó su nariz, se tardaba en buscar chistes buenos antes de matar a las personas, habían algunos que hasta se reían.

Pero al parecer Felix no tenía humor.

- Perfore la mitad de tu cuerpo ¿Por qué aún no estás muerta? - La chica rió escupiendo sangre de su boca.

- Tal vez no estoy destinada a morir, solo a que tú alfa me folle. - Felix sintió su sangre arder y la tomó de su cuello, viendo su rostro rojo cubierto de su sangre.

- Escucha ¿Creés que el querría estar con alguien como tú? Alguien miserable que prostituye niños inocentes y roba dinero de otras personas ¿Eh?

- Además no me van las vaginas. - Agregó Hyunjin. - El único culo que quiero es el de él.

La chica iba a decir algo más, pero Felix le disparó en la cabeza, haciendo que sangre cayera en su rostro y en su ropa, más en las paredes y el piso.

- Eso no ayudó. - Murmuró el rubio limpiando su rostro.

- Es la verdad, amo tú culo mi amor. - Hyunjin le lanzó un pequeño beso con una sonrisa. - Además de que eres el único omega con el que quiero follar.

- Eres un grandísimo idiota ¿Lo sabías?

Felix pasó por su lado subiendo las escaleras y recibiendo la otra muda de ropa para que se cambiara, mientras que Hyunjin pensaba en que había dicho mal para que el omega se enojara.

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- No me hables Hwang.

Ya habían llegado a la mansión del alfa hace un par de minutos, Hyunjin había tratado de hablar con Felix pero este parecía querer todo lo contrario.

Algunas sirvientas pasaban por su lado y quedaban algo confundidas al escuchar su pelea, si bien peleaban seguido pero no lo demostraban. Preferían que sus cosas quedaran solo para ellos, pues los chismes entre las sirvientas sobre ellos dos no faltaban.

- Hablemos en la habitación ¿Sí? - Más que una preguntarle, Hyunjin prácticamente le rogó.

- No. - La sirvienta le pasó el té a Felix y este le regaló una pequeña sonrisa al probarlo. - Gracias Hana.

- No hay de qué.

Felix salió de la cocina yendo a su habitación junto con Hyunjin detrás de él, quejándose porque no le prestaba atención.

- Bebé. - Lo llamó.

- No me llames así, ya te lo he dicho.

Felix solo siguió caminando sin préstarle atención a los lloriqueos del alfa a su lado, en cuanto llegó a su habitación quiso cerrar la puerta sin dejar que Hyunjin entrara, pero el alfa había puesto su pie impidiendo que cerrara la puerta.

- Hwang. - Le dijo en tono de advertencia. - Si no quitas tú pie lo aplastare con la puerta.

- Dime al menos que fue lo que dije que te molestó. - Felix soltó un pequeño suspiro.

- Te comportas como un idiota, literalmente dijiste que soy como tú juguete sexual.

- No lo eres amor, no medí mis palabras. - Felix aprovechó que Hyunjin había quitado su pie y cerró la puerta con llave.

Hyunjin dejó caer su cabeza contra la puerta rendido, Felix no saldría de ahí hasta mañana o cuando le diera hambre.

- Tendré que dormir solo. - Dijo con tristeza. - Extrañare tenerte en mis brazos.

- Ve y duérmete por un año Hwang, fuera de aquí. - Hyunjin simuló irse, pero en realidad seguía ahí, Felix aun estando parado en la puerta lo podía oler desde cerca. - Te puedo oler.

- Joder Felix, no puedes dejarme solo. - Se quejó mientras dejaba golpes en la puerta.

- Necesito pensar, para eso necesito estar solo. - Murmuró mientras se acostaba en su cama.

- ¿Que tan solo?

- Que te vayas a tú habitación.

- Esta bien.

Felix esta vez no lo olía y pudo acostarse en su cama tranquilo, sin el miedo de Hyunjin fuera y le pidiera a las sirvientas que abrieran su puerta. Solo una vez había hecho eso, pero aún así le daba miedo.

Mientras que Hyunjin con un pequeño puchero se fue a su habitación, se recostó en su cama sintiendo el olor a vainilla de Felix en la almohada.

- No quiero estar solo. - Dijo para sí mismo. - ¿En qué momento dependí de un omega? Joder, soy Hwang Hyunjin, uno de los alfas más temidos que ahora anda rogándole a un omega.

Y aún sin poder creerlo se quedó dormido abrazando la almohada que tenía el olor del omega, uno de sus olores favoritos en todo el mundo.

Felix ya por otro lado se había quedado dormido en su cama, con frío y extrañando esos grandes brazos que abrazaban su cintura y se preocupaban de arroparlo todas las noches.