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— ¿Me abrazas un poco más? Hace frío. — Dijo el omega con su rostro oculto en el cuello del alfa.

— Bebé, estás tapado, está la calefacción prendida y encima te estoy abrazando ¿Y aun así tienes frío? — Felix asintió. — Mi pollito.

— Pollito tiene hambre. — Dijo con un puchero.

— Pollito sí que jode.

Felix le dio un golpe en su brazo.

— ¿Me pides comida? Por fis. — Pidió el omega aún abrazando su cuerpo.

Hyunjin no tuvo más opción que tomar su teléfono y pedir una pizza de las que le gustaban a su omega, Felix escuchaba todo a su lado emocionado de por fin poder comer algo.

— Listo. — Hyunjin cortó la llamada y dejó su teléfono en la mesita de noche. — Ahora si dormiremos hasta que la pizza llegue.

— ¿No podemos hacer otra cosa? Es que no tengo sueño.

— Claro que podemos hacer otra cosa.

Hyunjin se acercó hasta su cuello y comenzó a besarlo, Felix soltó una pequeña risa sintiendo cosquillas en su vientre y su cuello. El omega bajó su mano hasta la entrepierna del alfa e introdujo su mano en su boxer, tomando su miembro y empezando a dar pequeños bombeos.

Hyunjin gimió cerca de su oreja haciendo que Felix tuviera un pequeño escalofrío en su cuerpo, jugó con su glande unos segundos hasta que el alfa se corrió en la mano del omega y en su bóxer.

Calmó un poco su respiración y miró al omega.

— Amo tus manitos.

— No sabes las cosas que puedo hacer con ellas.

Hyunjin solo rió.

— Enséñame todo lo que sabes hacer entonces.

Felix iba a hablar, pero justo el timbre sonó, miró al alfa con una sonrisa divertida.

— Tendré que enseñártelo otro día, ve a bañarte mientras yo pago.

El alfa solo hizo caso mientras que Felix bajaba las escaleras e iba a la cocina para lavar su mano y poder recibir al repartidor.

Abrió la puerta y le pago al chico, este le agradeció y la cerró.

Iba a subir las escaleras, pero un mensaje llegó a su teléfono, era Mingyu diciéndole que lo extrañaba, Felix soltó una pequeña risa respondiéndole que el también.

Apagó la pantalla y lo guardo en su bolsillo para proseguir a subir las escaleras.

En cuanto llegó arriba, caminó por el pasillo y abrió la puerta de la habitación.

Abrió la caja y sacó una rebanada, comenzó a comer mientras veía su teléfono y conversaba con Mingyu, quién le contaba que su madre estaba un poco mejor y que no faltaba mucho para que volviera.

Felix solo sonrió al leer ese mensaje.

— ¿Con quién hablas? — Preguntó el peligris mientras secaba su cabello con una toalla.

— Mingyu.

— Deberías dejar que se preocupe de su madre, no estarle hablando todo el tiempo.

Felix terminó de tragar y frunció su ceño.

— Yo no le escribo, el me escribe, no te confundas. Además, si yo le escribo es para saber cómo está el y su mamá. — Respondió. — No te comportes como un idiota celoso, te recuerdo que aún tengo mi habitación para irme a dormir solo.

— Solo decía, no tienes que enojarte.

— No estoy enojado, solo te respondí. — Aclaró. — ¿Vas a comer?

El alfa asintió.

— Pero solo una rebanada, el resto es para mí. — Le dio el trozo de pizza y siguió comiendo el suyo.

— ¿Porque solo una?

— Porque los embarazados comemos más. — Soltó de repente.

Provocando que Hyunjin comenzara a toser desesperadamente, tanto que Felix juró que moriría ahí mismo.

— E-era una broma, no estoy embarazado.

— Joder Felix ¿Quieres que muera? — Aclaró su garganta recuperándose de aquel susto. — Mierda, no juegues con eso, casi me hago en los pantalones.

— Lo siento. — Se disculpó. — ¿Estas mejor?

— Si, ahora que sé que es broma sí.

Felix comenzó a reír.

— No pensé que te afectara tanto el hecho de tener un hijo. — Dijo. — No quiero saber que te pasará cuando te lo diga en serio.

— Me iré a china y me cambiaré el nombre.

— Conseguiré un novio que si quiera un hijo entonces.

— Tengamos diez si quieres, pero no me engañes. — Pidió. — Engáñame con alguien que esté guapo, no con alguien feo.

— ¿Como quién?

— No lo sé.

— Puede ser con Chris Evans.

— Joder mi amor qué buenos gustos tienes, por eso me encantas. — Hyunjin besó sus labios repetidas veces. — No, pero en serio, no me engañes con nadie.

— Jamás te engañaría corazón. — Felix esta vez se acercó a besarlo. — Te quiero. — Musitó cerca de sus labios en cuanto se separaron.

— Yo a ti. 

𝕸𝖆𝖋𝖎𝖆 𝖇𝖔𝖘𝖘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora