☦︎CAPITULO VI☦︎

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El palacio se había levantado de manera alegre y festiva, las mujeres del harén comenzaron a trabajar desde temprano, el harén del príncipe Selim debía ser conformado, pues Manisa necesitaba a su dirigente cuanto ante

- Fakria...

 - Sultana

- Quiero el harén del príncipe listo, selecciona a las mujeres más hermosas, manda llamar Carina porfavor - ordenó la sultana - No olvides el tipo de trato que debes darle, dirígete a ella como lo que es, una princesa.

La criada de confianza de la Sultana asintió y se encaminó hacia el harén, desde el día anterior una orden había sido clara, Carina había dejado de ser una esclava ante los ojos de todos en el palacio desde ahora sería tratada como un miembro importante y protegida de la Sultana.

— Madre...— saludo la sultana en una reverencia.

—Mi Ángel, mi Mihrimah — correspondió abriendo sus brazos en señal de recibimiento — Acompáñame, quiero que desayunamos juntas.

Madre e hija se sentaron a comer los manjares que habían servido aquella mañana mientras conversaban de algunas cosas sin importancia, pero la sultana del Sol y la Luna tenía otras intenciones, la decisión de su padre aturdia su cabeza y necesitaba saber más.

Un príncipe un tanto desconcertado ingreso a los aposentos de su madre — Madre ¿Qué es lo que está pasando? ¿Cómo es que Selim fue escogido? — cuestionó Bayezid, el día de ayer no había tenido oportunidad de hablar con su madre pero ahora si la tenía y quería una explicación sensata — Madre yo creí...

— No cuestiones la decisión de tu padre Bayezid, si el considero a tu hermano digno, es porque así debía ser.

— No me digas eso madre, ayer intente buscar una explicación ¿Tuviste algo que ver con esto? ¿Es acaso que no recomendaste?— la mujer de rojos cabellos solo bajo la mirada y no respondió, el príncipe sin nada más que decir se retiró, pero quien aguardaba más preguntas era su hija.

—Madre ¿Tú recomendaste a Selim? Creí que habíamos luchado por años por lo mismo, por tener a Bayezid en Manisa esto no cobra sentido

Y claro que no lo tenía, nadie imaginaba a Selim, en el puesto de Manisa un príncipe con tan poca "visión y ambición" ¿De que serviría? La mente de la Sultana ojiazul se perturbaba más.

‎— Esto le servirá, Bayezid es muy impulsivo, aunque heredó la inteligencia superior de su padre tiene ese alma guerrera que lo pone en riesgo, debe madurar más, y mi Selim no es ambicioso, no tiene deseos claros, no podía perder a Bayezid.

«𝕸𝖊𝖑𝖊𝖐»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora