Set 11

169 31 270
                                    

Sabía que históricamente tenía problemas para dormir en su casa, aún así había pensado que sin él, las cosas serían distintas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sabía que históricamente tenía problemas para dormir en su casa, aún así había pensado que sin él, las cosas serían distintas. Desde ya, él no apareció como yo secretamente esperaba, pero era su cuarto, todo olía malditamente a él. Sonaba mi despertador y yo quería seguir enredado en sus sábanas. Había dormido poco y no me sentía para nada descansado, pero su olorcito alrededor mío me hacía sentir tranquilo. Ya estaba deseando pasar toda la mañana leyendo omegaverse en su cama, sin embargo, me levanté a tiempo para ducharme e irme.

No me detuve a desayunar, ya lo haría en la oficina, sólo elegí de entre la ropa de GeonHak algo para ponerme. Era gracioso que todos sus buzos y camisas me quedaran enormes, pero a duras penas entraba en sus pantalones. Cuando logré entrar en uno, lo combiné con una blusa celeste que jamás le había visto usar, agarré mis cosas y...

— Buen día, Hyung—dijo GeonHak entrando al departamento con la ropa del día anterior.

— Hola —. Quedé como estúpido mirando su cara. Ya había perdido la esperanza de verlo y ahí estaba, justo antes de que me fuera—. Te ves horrible ¿No dormiste bien?

— No —admitió, al menos yo no era el único que había dormido mal—. Vine a cambiarme.

— Tengo tu auto así que... Si querés te espero y te llevo —ofrecí, era lo menos que podía hacer, además quería torturarlo con mi presencia lo máximo posible hasta que dejara de ser un pollo bobo y se sentara a hablar conmigo sobre nuestro temita.

— Está bien —dijo sencillamente. Me miró un rato largo pasando por toda la ropa prestada y luego volviendo a mi cara—. Te queda linda, quédatela —finalizó antes de irse a su cuarto. Podía sentir mi pecho acelerarse, esos momentos de silencio entre nosotros eran asesinos para mí, y más aún si terminaban con un halago repentino de su parte. Lo esperé en la cocina perdido en mis pensamientos. Parte de mí me decía que corriera a buscarlo, lo atrapara en el cuarto y lo hiciera entrar en razón hasta escucharlo gritar "Hyung" retumbando por todo el edificio, pero si en la fiesta no había dado resultado, ¿por qué lo haría ahí? Aunque me costara demasiado tenía que entender que lo que pasara entre nosotros a partir de entonces, sería decisión suya.

Cuando volvió cambiado y con su bolsito, me sentí tranquilo de ya no tener que esconder mis reacciones porque seguramente era obvio que se me estaba cayendo la baba. Yo me esforzaba tanto por verme bien, y él sólo con su remera blanca y su pantalón deportivo se veía mejor que cualquier otra persona que hubiera visto. Tuve que concentrarme para enviarle a mis pies la orden de moverse y a mis ojos la de salir de ese pecho totalmente marcado en la tela blanca que se ajustaba perfectamente bien.

Subimos al auto, esta vez siendo yo el conductor, cosa que casi nunca pasaba. Que GeonHak compensara su incapacidad para tomar una decisión con prestarme sus cosas era algo que me estaba volviendo loco, es decir, aún más loco. Él prendió la radio, quizás porque no soportaba el silencio incómodo entre nosotros, pero la canción de Arctic Monkeys que empezó a sonar trajo una atmósfera que no ayudaba para nada.

Let's Face It! +18 | SeoDo | ONEUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora