Donde Lee SeoHo por fin enfrentará sus sentimientos por su mejor amigo...
"Pero así éramos, atrapados en esa dinámica de agresividad controlada que, al menos por mi parte, escondía todas mis intenciones y sentimientos que no podía dejar salir. Era m...
Yo sabía que GeonHak tenía motivos para estar enojado conmigo, yo mismo me quería golpear en ese momento. Pero comer así, tan callados y sin mirarnos, era demasiada tortura. La pizza estaba muy buena, y aún así no la disfrutaba. Todo era tan incómodo.
- ¿Te sentís mejor? -preguntó finalmente terminando con el silencio que ya llevaba demasiados minutos. Pero no, yo no me sentía mejor, y no tenía una explicación para mi malestar, sólo que era un tarado.
- ... Sí, gracias -mentí. No podía decir más nada en ese momento. No quería un silencio incómodo, y tampoco quería hablar. Quería volver a casa lo más rápido posible hasta sacarme esa horrible sensación de encima.
- ¿Querés ver la serie o vamos a dormir?
- Miremos la serie hasta dormirnos.
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- Jefe...
- ¿Qué?
- Está como un muerto desde que volvió.
- Ah.
- Jefe, en serio ¿Puedo hacer algo?¿Quiere que le traiga algo?¿Alguien?
- No, gracias. Quiero estar solo.
- Puedo decirles a todos en el sector que se vayan temprano.
- No, BeHi, me refiero a vos. No me hagas preguntas. Andate hasta que yo te pida algo.
- Ah... Disculpe. Es que no me gusta verlo así. Aunque sea dígame qué pasó. Si hay que golpear a alguien...
- A mí, solamente.
Un carpetazo me voló a la cabeza y después de recibirlo mis ojos se clavaron como dagas en mi secretaria que sostenía la carpeta como si nada con una sonrisa {🌸}.
- ¿Ya se siente mejor?
- BeHi -dije antes de un largo suspiro y giré levemente mi asiento para mirarla directo-, ¿vos querés que te despida?
- Dijo que me fuera hasta que me pida algo y me pidió que lo golpee ¿O entendí mal?
- ¿Sos tonta o te hacés? Creo que te hacés -solté directamente mientras me cruzaba de piernas.
- Usted me enseñó que si me hago la tonta puedo lograr más que mostrando inteligencia. Como ahora, que seguramente me va a invitar a sentarme y me va a contar el chisme del viaje.
Sonreí por primera vez en esa mañana. La chica tenía razón. Yo no podía contra mis propios trucos y la había educado bien.
- Sentate.
- Déjeme adivinar ¿La cagó con su amigo?
- ¿Cómo sabés que fui yo? Mi mamá está enojada con él porque cree que él hizo algo para ponerme así.
