Set 1

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Cuatro años después...

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El teléfono no paraba de sonar mientras yo seguía abrazado a mi almohada intentando mantenerme en el final del sueño que acababa de tener, aunque estuviera claramente despierto. Era el Emperador de Roma y GeonHak mi esclavo recién comprado a unos mercaderes, realmente esperaba que fuera algo de vida o muerte para interrumpir semejante momento o me golpearía a mí mismo por olvidarme de poner el modo silencioso antes de dormir.

Agarré mi celular bastante fastidiado, eran las 7 de la mañana y recién en 20 minutos sonaría mi alarma. Abrí los mensajes del grupo del Club y vi que... "Oh, sí era de vida o muerte". Me levanté de la cama y me di una ducha larga bajo el agua helada para quitarme el calor del sueño de mi cuerpo y me vestí con mi mejor traje negro.

Lo medité unos segundos antes de pedir el Uber y, finalmente, coloqué la dirección de GeonHak en el destino. Al llegar a su edificio, el portero me saludó como siempre y me dejó subir sin avisar. Entré con mi llave y fui directo a su cuarto, era obvio que lo encontraría durmiendo, pero la imagen de su culo en ropa interior, sus piernas flexionadas y su espalda marcada me quitaron el aliento de los pulmones.

Me mordí el labio mientras meditaba sobre despertarlo o acostarme con él otro rato, después de todo se veía casi como en mi sueño, entonces era buena idea intentar continuarlo al lado suyo. Cuanto más lo pensaba, más me gustaba la idea así que me quité el saco y me acomodé contra él, esperando que me abrazara por atrás. Sí, sabía muy bien que mi amigo no podía evitar abrazar lo que tuviera delante mientras dormía, así que aproveché esa información. Efectivamente, así lo hizo.

Dormiteé varios minutos sintiendo el calor de su cuerpo aumentar contra el mío e imaginando el final de mi sueño con media conciencia despierta. No me apuraría en despertarlo aunque, en realidad, a eso había ido. El asunto podía esperar, además, ya me estaba volviendo a quedar dormido.

— ¿¡Hyung!?¿Qué hacés acá?¿Dormimos juntos? —preguntó con su mejor voz de recién despierto, sonando rasposa en mi oído. Pensé que le vendería el alma al diablo con tal de escucharlo todas las mañanas así.

— Eh, sí... Hmmm... Estuviste increíble, todavía me duele el culo.

— ¿Qué decís? Idiota —se quejó soltando mi cintura y alejándose de mí.

— Que aburrido que sos, no se puede hacer un chiste con vos.

— Tus chistes son tremendamente subidos de tono ¿Hay una explicación para que estés arrugando un traje en mi cama, o simplemente te despertarse sintiendo que sería una buena experiencia para hoy?

— Kim GeonHak, adoro que me conozcas tan bien, te comería la boca. Pero no, lamentablemente hay un motivo esta vez —dije girando en el lugar para mirarlo de frente.

Let's Face It! +18 | SeoDo | ONEUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora