Donde Lee SeoHo por fin enfrentará sus sentimientos por su mejor amigo...
"Pero así éramos, atrapados en esa dinámica de agresividad controlada que, al menos por mi parte, escondía todas mis intenciones y sentimientos que no podía dejar salir. Era m...
— Son nuevos, ¿verdad? Nunca los vimos por acá —preguntó ella. Yo asentí.
— Queríamos saber si estarían interesados en un cambio de parejas por una noche. Sólo diversión, sexo, ya saben —dijo él acercándose a mí, yo quise retroceder pero tenía el sillón contra mi pierna. La mujer, a su vez, se había acercado a GeonHak y estaba arrastrando su uña de felino por las solapas de su traje.
Él... Ni siquiera veía que el tipo me tenía por poco acorralado. Sus ojos estaban puestos en ella y sentí una horrible angustia en mi abdomen ¿Qué hombre heterosexual se negaría a una mujer así? Probablemente ninguno, y yo me olvidaba que él... Él era eso.
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— N-no estoy interesado —dije intentando ser amable, aunque el nudo en mi pecho me hacía muy difícil la tarea. Quería llorar y patalear, podía competir con cualquier tipo en ese salón, pero no con esa mujer por obvios motivos. El hombre asintió respetuosamente y se disculpó probablemente notando mi nerviosismo. Yo no quería ni mirar al costado. Si era lo que él quería ¿cómo podía negárselo?—. Pero si él quiere... —dije sin ganas mientras me movía más cerca de la ventana. Entraba aire fresco y el cielo estaba lindo. Me subí al marco de la ventana y ahí me quedé. Me picaba la nariz por contener las lágrimas mientras miraba la luna. No quería ver más nada; no quería saber nada.
— ¿SeoHo-nim...? —. Yo estaba sentado sosteniendo la reja con una de mis manos, mirando hacia afuera. Volví mi vista justo cuando sentí mis ojos llenarse de líquido. Mi visión era borrosa pero GeonHak se acercó a mí y se apoyó en mi pierna que no llegaba a tocar el suelo— ¿Qué hacés acá?
— Pensé que te irías —dije con dos enormes gotas cayendo por mis mejillas.
— ¿A dónde? Yo soy el que pensó que aceptarías. Tenía miedo.
— ¿Por qué aceptaría algo así? No dejabas de mirarla.
— Oh... ¿Fue muy obvio? Espero no haberme visto irrespetuoso.
— ¿Después de lo que nos pidió te parece que podés ser irrespetuoso? —dije secando mi cara con cuidado de no arruinar el maquillaje. Él tiró de mi pierna y abrazó mi cuerpo para bajarme de la ventana de nuevo al suelo. Quedamos pegaditos con la brisa entrando directo hacia nosotros.
— Para que quede claro, sólo la miré porque de verdad no sentía nada. Me sorprendí de mí mismo —. Me agarró los dos brazos por las muñecas y los bajó a los costados de mi cuerpo, al parecer no le gustaba que me secara las lágrimas o... Quería hacerlo él— ¿Estás llorando por eso?
Asentí sin poder defenderme de ninguna manera. Él arrastraba cariñosamente sus pulgares por mi cara y sonreía. Entonces yo también sonreí, pero no dejaba de llorar— ¿Soy un tonto?
— Sos el más tonto. Pensás demasiado, y sos bueno en eso, pero no tenés que hacerle caso a todo lo que te pase por esa cabecita. Quizás... hm... si te digo que sí me gustás... dejes de pensar esas cosas.
