Set 15

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— ¿Estás enojado, Hyung? Si lo estás, tenés todo el derecho —dijo con sus lindos ojos de pollo arrepentido

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— ¿Estás enojado, Hyung? Si lo estás, tenés todo el derecho —dijo con sus lindos ojos de pollo arrepentido.

— No, fue un accidente... ¿Lo fue, cierto?

— Obvio, no quise lastimarte.

— Estabas raro.

— Me pasé de rosca, nada más.

— ¿Seguro? —dije acercando mi cara a la suya intencionalmente. Quería que admitiera que mis provocaciones habían dado resultado y que eso lo había hecho salirse de control— ¿Te puse incómodo?

— Un poco, lo admito —dijo primero evitando mi mirada, aunque después clavó sus ojos en los míos—, pero me estoy tratando de acostumbrar. Me gusta que seas sincero conmigo por más de que todavía se me haga raro.

— ¿Me estás diciendo que era mentiroso? Mirá que para mí eso es un halago.

— Entonces sí, mentiroso~

— Tonto~ —dije acercando mi boca para que él mismo pudiera alcanzarla con la suya. No sé por qué primero mordió mi labio inferior y luego sí me besó, nos besamos. Fue corto y superficial, pero no era el mejor lugar para entretenernos.

— Vamos, te llevo a mi casa —dijo ni bien se separó de mi boca. Yo me di cuenta de que era la primera vez que me hablaba normal después de un beso, sin interrupciones, sin estar demasiado inmersos en el calor de la situación y sin que alguno de los dos se alejara. Quizás por eso se había sentido especial, más real, a pesar de ser corto y menos profundo.

— ¿A tu casa?

— ¿No escuchaste? No podés moverte mucho, es mejor que estés en casa así te ayudo.

— ¿Y el entrenamiento?

— Todavía falta, después veo si vuelvo o me quedo con vos. Es mi culpa, me toca hacerme cargo.

Obviamente no iba a objetar, si quería tenerme en su casa y ser mi enfermero yo estaba encantado con la idea. Salimos del consultorio, HaRin estaba en el pasillo junto a algunos de nuestros compañeros y todos nos miraban curioseando la situación, pero ni GeonHak ni yo nos detuvimos. Hasta llegar al auto mi sonrisa no se iba, tenía las mejillas un poco sonrojadas y no me importaba si eso hacía evidente que sólo estaba jugando con él, no quería engañarlo por mucho tiempo, sólo divertirme un poco.

Llegamos a su departamento, ya había pasado por unas cuantas horas el mediodía y no habíamos comido más que el desayuno. Yo me acomodé en el sillón y puse el capítulo de Kingdom que seguía al que habíamos visto en el hotel de Busán mientras él cocinaba, pero ni siquiera le di play, pensaba cómo podía usarlo a mi antojo sabiendo que haría todo lo que le pidiera por culpa.

— ¡Haaaak!

— ¿¡Qué!?

— ¿Me traés agua?

Let's Face It! +18 | SeoDo | ONEUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora