Rematch

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— Bueno, nos vemos a la tarde —dijo GeonHak cuando terminamos de desayunar en mi oficina. Yo todavía tenía media medialuna saliendo de la boca, pero lo detuve cuando se levantaba del sillón.

— ¿A dónde te vas tan apurado si dijiste que —comencé con la boca llena—... no tenías clases hoy? —agregué luego de tragar.

— Quiero ir a correr un rato.

Lo miré con cara de asco y rodeé mis ojos, en realidad no me molestaba, pero me divertía que él pensara que sí. Me daba lugar para concentrarme debidamente en mi trabajo que, en ese momento, estaba haciendo a medias con la laptop sobre un almohadón a mi lado.

— Qué aburrido.

— Ah... también... tengo otra cosita que hacer. Me llamaron de la comisión directiva y... tengo un buen presentimiento.

— ¿De verdad? ¿Como qué? —dije, un poco más interesado en sus palabras.

— No sé, me dijeron que era sobre las becas que están dando con mi sueldo, pero ya les pasé los nombres de los recomendados por mí, así que no creo que sea eso. 

— Hmm, vas a ser director del club, ¿eh? Ya lo veo, que tu primer decreto sea renovar el gimnasio viejo, porfa, y que haya duchas de esas que te hacen hidromasaje. Ah, y que hagan más grande la cafetería, le falta una barra...

— Hyung, dejá de delirar. 

— ¿Por qué? Seguro que es eso...

— Sí, yo también creo que me van a ofrecer eso, pero no voy a convertir el club en un shopping.

— Aburrido.

— Chau —dijo él, y se levantó del todo para acercarse a la puerta. Lo seguí con la mirada y con un puchero esperando mi besito. No era justo que me acostumbrara y luego no lo hiciera más. Él se sonrió y volvió unos cuantos pasos, se inclinó sobre el respaldo del sillón y me tomó la cara con una de sus manos—... Mhh, demasiados carbohidratos en esa boca —protestó con cara de tonto antes de darme un beso corto en el cachete. ¿¡Cómo que en el cachete!?

— ¿Perdón? —, era cierto que tenía la boca llena de migas, ¡pero estábamos desayunando!—. Ya vas a ver, eh. Te la buscaste.

Pude escuchar su risotada, incluso mientras se iba. Siempre encontraba la forma de volverme loco en su ausencia. Yo podía responder de manera más madura, sí, pero ¿cuál era la gracia? Me levanté del sillón con la computadora en un brazo y el celular en el otro. "Traeme el nuevo", le escribí a BeHi en nuestro chat, antes de continuar mis tareas en mi escritorio. 

Let's Face It! +18 | SeoDo | ONEUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora